El día pasó más rápido de lo que esperaba, ya debía empezar a arreglarme para la fiesta, Chad iría a recoger a su novia y por fin la conocería, mamá y Bryan estaban terminando de arreglarse para ir a recibir a los invitados, querían que, como siempre, Dani me llevara, pero inventé el pretexto de que un amigo pasaría por mí.
Cuando lo dije, subí a toda prisa a mi habitación y le escribí a Hugo. El aceptó al instante, y dijo que pasaría por mi dentro de 1 hora.
Empecé a arreglarme y cuando terminé me miré al espejo. Están satisfecha con mi trabajo. El maquillaje, el peinado, el vestido, los zapatos, todo, todo era perfecto. Bueno, excepto por el simple hecho de que papá no estaba aquí y eso era algo que me deprimía bastante. Las lágrimas amenazaban con salir, pero recordé que el siempre me hablaba de éste dia, me decía que quería verme feliz, y así es como estaré.
El vestido era de un color coral casi crema, llegaba un poco más arriba de las rodillas y tenia algunos encajes en las mangas que llegaban hasta las muñecas, cuello en forma de U y la falda tenía varias telas lo cual la hacia ver bastante libre.
Mi maquillaje era un poco más trabajado a lo que acostumbro, mi cabello estaba rizado, dos mechones grandes recogidos formando una trenza de lado que caía sobre mí hombro izquierdo y otros dos más finos que caían a los costados de mi cara. Los tacos eran del mismo color del vestido. Me puse algunas prendas sencillas doradas y estaba lista.
Vi la hora y faltaban 20 minutos para que Hugo llegara por mi, así que decidí bajar a esperarlo. Cuando llegué al final de las escaleras me sorprendí cuando vi a Dani saliendo de la cocina con vaso de jugo en las manos.
-¿Hola?- dije acercándome. La verdad, se suponía que él no debería de estar aquí. Estaba parado en seco, me miraba detenidamente y me estaba empezando a poner nerviosa.
-S-ssi...-dijo pestañeando rápidamente y volteando a ver a otro lado para luego volver a mirarme.
-Podrías disimular un poco.- dije irónica mientras me sentaba en el sofá.
-¿De qué hablas?- preguntó entrando una de sus manos en el bolsillo de su pantalón.
-Que te gusto.-solté con seriedad. No me malentiendan, tal vez parezca un tanto ingreída, pero solo quiero ver que se siente ser como él por un momento, odio a las personas así, pero este chico realmente me pone de cabezas.
-Estas muy ingreida, ¿eh?- dijo arquendo una ceja seriamente y dejando el vaso en la mesita frente a mi.
-Tengo un buen ejemplo.- dije poniéndome de pié. - pero total, ¿No deberías estar en la fiesta?
-Quise asegurarme de que no te escaparas.-dijo mirando a otro lado.
-¿O querías ver con quien me iba?- me crucé de brazos.
-Bajale un poco al ego. ¿Si?-dijo mirandome.-Sólo me quedé porque tu madre me lo pidió. Y que te quede claro que no me importas, ni lo que hagas, ¿vale?- auch!
-Ok.- dije dirigiéndome a la cocina.
-Tu novio ya se está tardando! ¿No crees?- gritó desde la sala.
-1. No es mi novio. Y 2. Eso es asunto mío!- grité, sirviéndome un vaso de agua.
-¿Entonces quien es?- preguntó recargandose de la puerta de la cocina.
-Creí que no te importaba lo que hiciera.- dije bebiendo un sorbo de mi vaso.
-Sólo pregunté. No es que me importe.- se defendió.
-Vale.- me limité a decir.-¿Sabes?..- empecé a decir mientras dejaba el vaso en el fregadero.- a veces no te entiendo, eres grosero, de pronto amable, luego grosero, vuelves a actuar como si...- me detuve y pensé unas 4 veces lo que iba a decir.- nada.. mejor voy a ver, si ya vinieron por mi.- empecé a caminar nerviosa. El estaba sentado sobre la mesa. Pero cuando iba a cruzar la puerta di un paso en falso y casi caigo, pero él de un momento a otro me envolvió en sus brazos y lo evitó.
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Seduciendo al enemigo
Novela Juvenil-¿Crees en el amor a primera vista?- preguntó sentándose frente a mi y tomando un trago de su cerveza. -Si. Pero lástima, no me hiciste sentirlo.-dije poniéndome de pié y caminando hacia la cocina. Natalie. Deportista. Arriesgada. Optimista. Daniel...