cap 38

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-Esto parece una película romántica. -dije molesta entrando a la casa. Al parecer Nicki se había ido y no era para menos, estoy segura que en cuanto la llame me dirá "solo quería darles privacidad".

-¿Qué? -preguntó haciéndose el desentendido.

-Oh vamos! La tipica pelea, el chico empieza a perseguir a la chica. Es puro cliché. ¿Eso haces con todas? ¿Las vuelves locas y luego las persigues como tarzan?-un sin número de emociones estaban presentes en mi cabeza y recorrían cada centímetro de mi cuerpo.

-¿Asi que te vuelvo loca?-dijo subiendo y bajando las cejas pervertidamente. Rodé los ojos y traté de seguir caminando.- Nisiquiera sé porqué estás molesta. Yo debería de estarlo y no es así. - Volteé a verlo,  estaba de brazos cruzados.

Esque me fastidia ésta situación. No puedo tenerlo tan cerca porque empiezo a babear mentalmente, sin contar que apenas y logró decir alguna palabra coherente. Olvido hasta como se respira y lo peor de todo esque debo ignorar todo eso.
Un día me dice "quiero besarte" y solo espera a que me dé la vuelta para tirarse hasta a la camarera del restaurante que está a dos cuadras.

-No lo estoy.-mentí. Tal vez... mientras más lo niegue más me convenceré a mi misma.
Empecé a subir las escaleras y me detuve al escuchar su voz. Otra vez.

- Vale. Ya no te enojes. ¿Quieres algo que no sea cliché? -preguntó pero no esperó respuesta. -Ven conmigo.-me extendió su mano y la verdad estoy dudando bastante en si tomarla o no. Al ver que no tenia intenciones de tomarla se acercó a mí, pegando nuestros cuerpos, pero me puse a imaginar que ésa chica también pudo estar así con él.

-Ok. Pero..-di dos pasos atrás. -espacio personal.-marqué una barrera invisible entre nosotros.

-Vamos.-tomó mi mano y me hizo seguirlo hasta su auto. Me abrió la puerta del copiloto para que entrara.- No voy a secuestrarte.-dijo divertido. Y un tanto insegura subí al auto.

-Espero que no me estés secuestrando, dijiste que no lo harías. -le recordé.

-Ups! Olvidé decirte que no siempre cumplo lo que digo. -se burló.

Unos minutos después ya me estaba desesperando y cuando me di cuenta estábamos...¿En el zoológico?!

-¿Por qué me trajiste al zoológico? -pregunté confundida.

-Dijiste que querías algo que no fuera cliché. -se quitó el cinturón y yo Imité su acción. Iba a bajar del auto cuando el gritó y me hizo sobresaltar en mi lugar.-¡No!

Bajó del auto. Lo rodeó y me abrió la puerta. No dije nada, solo sonreí para mis adentros y empecé a caminar. Él venía detrás de mí pero aún mantenía la distancia que le pedí.

Empezamos a caminar y nos acercamos a los leones. Son hermosos, lo sé,  puedo ser un poco extraña, pero me gustan. Luego vimos a los monos, son tan tiernos, me encantan.

......

Hemos visto a más de 10 especies diferentes y ya me está dando hambre.

-¿Quieres comer algo?-preguntó Dani haciéndome salir de mis pensamientos. Asentí y empezamos a caminar pero su teléfono empezó a sonar. -Espera! -me alejé un poco para darle privacidad.

Ya habían pasado 15 minutos y ésa llamada parecía no tener fin. Lo que me daba rabia era la manera en la que sonreía, tan bobaliconamente, y mis pensamientos no ayudan mucho.

Tal vez volvió con Vanessa, el otro día le estaba llamando, aunque no reaccionó muy bien al ver su nombre en la pantalla.  Pero... y si está con otra, si eso debe ser, tal vez esté con una de las chicas con las que nos topamos ayer en la feria, o quizás con la que estaba en casa hace un rato,  ya ni sé. Tanto pensar en Dani me está enfermando, hasta el apetito perdí.

Seduciendo al enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora