Seduciendo al enemigo

cap 31

Días después..

Bien, seguro todo el mundo pensaria que luego de esas "creíbles" palabras del señor Daniel, estaríamos bien, actuando como buenos hermanastros y compartiendo. Pero no! No es así!  Y todo porque nuestro querido gavilán no sabe como dejar de ser un perfecto idiota!!.

Recuerdo cuando ese día en mi habitación de hotel me pidió: "No seamos enemigos". Pero..¿lo cumplió? Claro que no. ¿Y todo por qué?  Porque el es Daniel, porque todo se tiene que hacer como el diga, como a él se le antoje y si no se hace su voluntad debes aguantar las consecuencias.  ¿Pero saben que? No me someteré. Ya no más.

La última vez que peleamos fue hace dos horas y todo porque él no encontraba su guitarra y le sugerí que la buscara en su auto.

Flashback:

-No es posible que no encuentre una maldita guitarra siquiera! ¿como va a desaparecer y nadie va a saber donde está? Maldita sea!!-empezó a decir buscando en la sala.

Yo estaba sentada en el sofá con los pies sobre la pequeña mesita que estaba frente a mi.

-¿Te puedes parar a ayudarme o quitarte del medio y dejar de estorbar?-no me está gustando su tono. Ignoré esa pregunta molesta.

-¿Y ya buscaste en tu auto o...

-NO ME DIGAS QUÉ SI YA BUSQUÉ EN MI AUTO!-empezó a gritarme.-OBVIO QUÉ YA BUSQUÉ EN EL AUTO. TE DIJE QUÉ BUSQUÉ EN TODOS LADOS. ¿O QUÉ? ¿YA TE ESTÁS QUEDANDO SORDA TAMBIÉN?

Ya cruzó la línea.

-A MI NO ME VAS A HABLAR ASI! SI TIENES GANAS DE GRITARLE A ALGUIEN VETE CON UNA DE TUS ZORRAS PERO A MI ME RESPETAS!- exploté. -No tengo porque aguantarte tus berrinches.-hablé más calmada.

-¿RESPETO? ¿ME HABLAS TÚ DE RESPETO? -seguía gritando.-HABLAS DE "MIS ZORRAS" PERO ERES LA PRIMERA QUÉ SE ME ARROJA A LOS BRAZOS. NADA MÁS TE DIGO QUÉ ESTÁS BONITA Y YA ESTAS....-se detuvo.

Mis ojos se nublaron, pero no me permití derramar ni una lágrima, al menos no frente a él.

-DANIEL, ¿QUÉ MIERDA TE PASA PARA GRITARLE  A NATALIE?!-Preguntó Bryan entrando por la puerta de la playa. Creo que no escuchó lo que decía si no el tono en el que lo decía.

-Tienes razón. -dije con un hilo de voz.-y créeme que ni yo sé porque pierdo mi tiempo siquiera escuchandote. . -tomé mi chaqueta (multimedia), mi mochila y salí de la casa en dirección a mi auto.

Tengo práctica ya que mañana es el "gran día".

Fin del Flashback.

Pero como era de esperarse. En la práctica, los mil demonios que  consumían hasta lo más recóndito de mi alma se hicieron presentes. Cuando tuve el balón en mis manos y debía lanzarlo a la canasta, lo hice sin pensarlo dos veces, pero lo hice con rabia y el balón rebotó y le golpeó al entrenador en la nariz, se la rompí y me expulsaron del equipo temporalmente,  pero mañana no podré jugar.

Ahora me encuentro sentada en mi auto, frente al volante. Estoy en el parqueo del instituto, mi rostro es neutro, pero estoy segura de que no es nada atractivo si recordamos mis lágrimas y la probabilidad de que todo mi maquillaje este dispersado.

Sentí unos leves golpes en la ventanilla.  Giré un poco sorprendida y me encontré con Vanessa. Traté de ignorarla, pero insistía hasta que bajé del auto.