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2 semanas después:

Natalie POV:

Bajé las escaleras literalmente corriendo mientras me terminaba de colocar el suéter y recogiendo mi cabello en un chongo todo despeinado, uy! Creo que no me cepillé, Rayos!!

Volví a subir las escaleras a toda prisa, lavé mis dientes y volví a bajar.

-Lista..- solté en un tono casi aliviado.

¡Mierda! ¿Por qué justo hoy?! Entré otra vez a la casa en busca de las llaves y no las encontraba en ninguna parte.

-Diablos! -exclamé frustrada.

Ni siquiera están bajo mi cama.

.. 5 minutos después las encontré en la encimera de la cocina.

¿Y mi teléfono?

Palmee mis bolsillos y por lo menos eso no se había escapado. Corrí de vuelta al auto, subí y pisé el acelerador en dirección al instituto.

Tenia él examen de diciembre, y llegue 10 minutos tarde. Si, me enviaron a detención.

.....

-¿Te portaste mal?- preguntó él profesor de literatura observándome fijamente mientras se sentaba sobre su escritorio y cruzándose de brazos.

-...

-¿Te comió la lengua él ratón?

-...

-Sab...

-Soy aspirante a rebelde sin causa, ahora si no le molesta quiero pasar la próxima hora reflexionando sobre porque estoy aquí. -escupi las palabras enojada y con todo él sarcasmo posible.

.....

Al regresar a casa, a rastras, introduje la llave en la cerradura y me adentré en esta. Escuché risas provenientes de la sala de estar, pude haber seguido mi camino e ignorar aquellas voces, pero hubo una que jamas podría pasar por alto. Me acerqué de puntas y observe por él rabillo del ojo a Bryan riendo a carcajadas junto a Dani y aquella rubia que me irrita sin siquiera conocerla..

Rodé los ojos e iba a empezar a subir las escaleras pero... Justo en ese momento mama salió de la cocina.

-Hey! ¿Porque llegas tan tarde?-preguntó acercándose con él ceño fruncido y de brazos cruzados.

-Me enviaron a detención. - solté tratando de contener mi incomodidad y tratando de volver a subir.

-¿Que? ¿Por qué?-insistió.

Giré sobre mis talones.

-No sé.

-¿Como que no sabes? A ver.. ¿Que te pasa?

-Nada.-gruñi.

-A mi no me hables así señorita.-empezó a levantar la voz.

-No te dije nada. Sol...

-¿Que pasa?- entró bryan interrumpiendo mi frase. Y detrás suyo la rubia teñida y Daniel.

-Mamá exagera todo!-bufé.

-Natalia!!-me regañó y sabe que odio que me digan natalia.

-Que no me digas así!-chillé.

-Nat..- empezó a decir daniel.

-¿QUE?- solo quiero irme a mi cuarto.

-Hey! Calmate..- empezó a decir la rubita.

-¿Y Tu que?! ¿Pretendes empezar a mandarme?- fue lo último que bufé antes de subir corriendo a  encerrarme en mi habitación..

Me arrojé sobre la cama, y aunque quise evitarlo las lágrimas caían a cántaros. Y así volvió la misma pregunta que no sale de mi cabeza desde que conocí a Daniel. ¿Por que las cosas no pueden ser menos complicadas?

......

Escuché él timbre aturdidor de mi teléfono sonar constantemente, pero me dolía todo él cuerpo, estaba agotada. Me coloque una almohada en la cabeza y luego de un rato se detuvo. Pero cuando estaba conciliando él sueño otra vez, volvió a escucharse aquel ruido por toda la habitación.

Rendida, aun con los ojos cerrados empecé a caminar por la habitación buscando mi mochila, me golpeé con una silla él pie y abrí los ojos de golpe. La encontré a un lado de la cama, busque en casa bolsillo hasta que lo encontré y tome la llamada.

-¿Si?-dije en un tono apenas audible mientras volvía a mi posición anterior sobre la cama.

-Nat..-era Dilia apenas y la entendía debido al ruido que seguía junto a su voz. -¿Donde estas?!-chilló por encima de la música.- hey! Callense no oigo nada.-gritó por lo bajo pero la escuché.

-Estoy en casa.

-¿Que?! Es él cumpleaños de Nicki! ¿No piensas venir?!- mierda! Lo olvidé.

-Sisisi.... - salté de la cama. -es que se me hizo tarde pero ya casi llego.

-No olvides él regalo!- se escuchó una voz por detrás y algunas carcajadas, seguido de esto la llamada se corto...

Me vestí lo más rápido que pude, opte por un vestido negro un tanto revelador y ajustado. Tome un bolso del ismo color, mi billetera y mi teléfono. Corrí hacia las escaleras y cuando iba a salir escuché a alguien gritar desde la sala.

-¿A donde vas?!

Era Daniel.

-No te importa!!- le grité de vuelta rodando los ojos.

-Tu madre dijo que estás castigada y no quiere que salgas por 1 mes!!!- insistió.

-Ella no está aquí.-dije acercándome al sofá hasta estar frente a él y cruzándome de brazos. -y considerando que no te creo, cuando regrese que me lo diga ella.

-Bien. Pero... ¿Me dejaras solo?- puso cara de cachorrito regañado.

-Volví!-dijo alguien saliendo de la cocina. Era la rubia. Voltee a ver a Dani nuevamente y tenia la mirada fija en aquella chica.

-Estas bien acompañado.-dije molesta y salí casi trotando en dirección a mi auto.

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Seduciendo al enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora