Epílogo

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¡¿Saben que?! ¡A LA MIERDA EL RETO!

¡¿Saben que?! ¡A LA MIERDA EL RETO!

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Perdonen mi vocabulario.

Denle las gracias a @Sofy857 que me hizo la noche, y me hizo muy feliz con sus comentarios... 

Este capítulo va especialmente para ti Sofy, espero y lo disfrutes...


Mis pies ya me dolían de estar caminando de lado a lado por el cuarto con estos tacones tan altos, sentía que me iba a caer. Me miré una y mil veces más en el espejo. Pero todo seguía tan perfecto como lo dejaron las estilistas. Mi maquillaje no se había corrido, tampoco el labial, cada mechón de mi cabello seguía en su mismo lugar.

"Vas a hacerle hoyos a la piedra si sigues caminando así, tranquilízate"

—Si no te mal recuerdo, estoy a minutos de casarme —dije en voz alta, desde un tiempo para acá lo hacía, era tedioso hablarle en mi mente.

"Si, y terminarás sudada, mal oliente y con el maquillaje todo corrido porque estarás sudando de tanto caminar. ¡Siéntate, carajo!"

Rodando los ojos hice lo que me pidió, dejándome caer en el sillón mullido personal, me relajé tomando aire cerrando los ojos, aunque mis manos no paraban de moverse sobre mi regazo.

—Disa... —"¿Qué?" — Eres mi única amiga...

Sentí un nudo en la garganta. Era la verdad, Disa ha sido, y es mi única amiga en todo el tiempo que ha estado conmigo, no tomo el tiempo así que creo que 6 meses, ya que hace tres le pedí a Lyon casarse conmigo... Jamás olvidaré ese momento...

Lyon me miraba sumamente asombrado, el dolor de sus ojos había pasado a ser sorpresa, su boca se había quedado levemente abierta y su cuerpo rígido.

Acto seguido escuché una bandeja estrellarse en el suelo causando tremendo estruendo al ser de plata, me levanté de las piernas de Lyon más rápido de lo que canta un gallo, al ver a un lado ahí estaba la servidumbre entrando por la puerta con varios platos de comida y bebidas.

Y mi padre estaba ahí, igualmente estaba completamente atónito.

—Si... —mire a Lyon con mi cara llena de colores— Acepto casarme contigo, Veronica.

Cuando Lyon se alzó lo tomé de los hombros y lo jalé hacía mi estampando mis labios en los suyos en un tierno y dulce beso.

—¡Mi hija se va a casar! —sonreí al oír a mi padre.

—Siempre serás mi única amiga... ninguna chica jamás se me acerco por mi porte tan masculino. —Sonreí nostálgica. No mentiré, si me hizo falta tener una chica con quien podría conversar de vez en cuando...

Guerrera de la realezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora