Veronica
Justo cuando comenzaría a ponerme la armadura tocan la puerta, cubriendo mi cuerpo con la toalla abrí la puerta encontrándome con una sirvienta del castillo, traía una caja blanca en sus manos.
—Señorita Ekatherina, el rey José solicita que use este atuendo. —Me tendió la caja, la tome con cuidado, pesaba un poco.
—Gracias —Le dije cortésmente y se fue dando la media vuelta no sin antes darme una reverencia.
Cerré la puerta y deposite la caja en la cama, la abrí y saque su contenido. Esto no podía ser cierto.
Lyon
Ya era de noche cuando llegamos a las puertas del castillo, los guardias bajaron con ballestas apuntándonos directamente.
— ¿Qué quieren, forasteros? —arqueé una ceja.
—Vengo con Ekatherina. —Rápidamente bajaron las armas y abrieron las puertas. Al entrar muchas carrozas estaban dentro bajando gente justo en la entrada, vestidos elegantemente.
— ¿Qué es esto, una fiesta? —Dijo Marilio, un guardia asintió.
—Hoy es la celebración de la unión del príncipe Nikolaevich y la princesa Melia —Suspiré. Por fin pronto Veronica vendría conmigo si esto acababa pronto y el príncipe ya no estuviera en problemas. Aunque entrar al baile en estas ropas... No creo que sea lo mejor, aunque fuera una armadura nos vendría bien.
— ¿Dónde está la entrada por la cocina? —El caballero nos dio indicaciones, las cual seguimos al pie de la letra. Los caballos relinchaban pidiendo descanso, comida y agua.
Baje de Milian acariciándole sus hebras lentamente, toque la puerta y en segundos apareció una mucama que al verme se le tiñeron las mejillas de rojo.
—Disculpe, Mi lady, de casualidad... ¿nos podría dar ropa decente para el baile y asilo para nuestros caballos? —Ella tímidamente asintió e hizo un ademán para que entráramos, en la cocina todos estaban como locos.
Haciendo esto, aquello, limpiando, cocinando, decorando, los meseros iban y venían con copas de agua ardiente, 2 mucamas al vernos se acercaron a paso decidido pero la que nos atendió se les acerco más rápido, les susurró algo y ellas asintieron, las mismas 2 mucamas salieron por la puerta que entramos cerrando detrás de ellas.
—Síganme —La voz de la chica nos sacó de nuestros pensamientos, Marilio, Kilian y yo compartimos una mirada confusa para encogernos de hombros. Seguimos a la joven.
Nos llevó por varios pasillos solitarios, subiendo escaleras, y moviéndonos quizás por casi todo el castillo hasta que entramos a una habitación grande, parecía que era de invitados honorarios o eso quería creer.
—En el armario hay ropa de hombre, el baño es la puerta de la derecha. Vayan a la puerta principal y de ahí sigan a la gente que entra. —No dijo nada más y se fue dejándonos completamente solos. Kilian chifló.
—Creo que no le agradamos —Marilio respingo.
—Dilo por ti mismo —en cambio yo reí entre dientes, abrí el armario. Estaba lleno de ropa de hombre.
—Bueno, tendremos de donde escoger —Kilian rio y se acercó.
—Sí que sabes evadir un tema, dinos algo. ¿Estas pretendiendo a Ekatherine? Porque hemos notado que ninguna doncella te llama la atención —Sentí una presión en la boca del estómago.
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Guerrera de la realeza
MaceraCansada completamente de que su vida fuera controlada por sus padres. Veronica, siendo la princesa, decide huir de su destino. Harta de tantas clases de postura, leyes, modales y hasta elegir entre 3 tipos de cuchara para beber un poco de sopa. Ya...