El aeropuerto de Nueva York de encontraba lleno, trate de hacerme espacio entre las personas y logre divisar a mi novia en la multitud. Me acerque con una sonrisa y cuando entré en su campo de visión sonrió mientras hacia señas.
Cuando estuve a un par de metros ella corrió y se lanzó sobre mi, enrolló sus piernas en mi cintura y me beso.
—Te extrañe demasiado Morgan.
—Yo también te extrañe Poynter.
Ella rió y me abrazo con fuerza.
—La próxima vez que te vayas dos meses y medio, te golpeare.
—Siento decírtelo pero lo tendré que hacer en un tiempo más.
Alex formó un puchero con sus labios y reí.
—Lo bueno es que disfrutare verte de malo.
Se bajó de mi, y tome su mano para para encaminarnos al auto.
—Jeffrey, sobre lo que me dijiste de conocer a nuestras familias...
—¿Estas de acuerdo? —la mire y ella asintió.
—Les hablé a mis abuelos, ellos quieren conocerte, podría ser esta semana.
—Me parece fantástico. Podríamos ir la próxima semana donde mis padres.
—Entonces está todo fríamente calculado.
Ambos reímos y nos subimos al auto, rumbo al departamento de Alex.
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