❝ ¿Sabes, Sasuke...?
Aún recuerdo perfectamente la primera vez que nos vimos.
Tú, sentado en ese lugar, mirando con odio rotundo hacia el cielo. El ceño fruncido, unas visibles y exageradamente notables ojeras, tus profundos ojos negros hinchados y adornados con un color rojizo, y sobre todo, unas ligeras y delicadas lágrimas resbalándose por tus suaves mejillas.
Cuando notaste mi obvia presencia, solté una ligera risa divertida. No es que le encontrara gracia al asunto. Solamente que siempre te burlabas de la gente que lloraba.
¡Y mírate, tú tenías cara de idiota cuando llorabas con esa expresión!
Gracias a mi burla hacia ti, me miraste con desprecio, más del que ya tenías hacía mí.
Pero sin dudar, no me arrepentí en esa ocasión❞.