— Sasuke, di "ahh".
— ¿Por qué debería? Esa es tu comida. Aparte, sabes que no me gusta lo dulce.
— Itachi amaba los dangos. Deberías probarlos.
— Pero Itachi era Itachi y yo soy yo.
— Sólo abre la boca y cierra los ojos, ¿quieres?
— Ugh, bien.
En cuanto acataste mis peticiones, metí el dango a tu cavidad bucal y como era de esperarse, cerraste tu boca para comenzar a masticar lo que te había dado recién. Sin embargo, antes de que pudieras hacer algo más, rápidamente me acerqué a tus labios para sellarlos con los míos en un fugaz beso.
Quería salirme con la mía para avergonzarte, pero...
El estafador salió estafado.
En un abrir y cerrar los ojos, estaba aprisionada por ti cuando tu mano rodeó mi cintura y me apegó a ti, obligándome a colocar ambas de mis manos en tu pecho. No sólo eso, tu boca se aferraba a la mía, obligándome así a entreabrir un tanto mis labios y en aquella oportunidad, introdujiste tu lengua para explorar lo que había en aquellos espacios que, hasta ese momento, nadie había logrado "conocer".
Solamente podía sentir el sabor del dango anterior y tu lengua explorando cada rincón de mi boca, dejándome sin aire a medida que transcurrían los segundos en los que, debo admitir, me sentí en el cielo.
Una vez separados, te miré y me sonreíste, satisfecho, sin deshacer la presión que había entre nuestros cuerpos.
— Si esas van a ser las condiciones cuando me des comida, asegúrate de hacerlo más a menudo.
Sólo vengo a notificarles que próximamente la historia llegará a la drama principal y más importante, en donde se narrará lo relevante de la historia y, por consiguiente pero muy lejano aún, el final.