— ¡Estás de vuelta! ¡Bienvenida! —La voz de Naruto me hizo sobresaltar y después mirarlo con emoción. En cuanto lo analicé con la mirada, sonreí—.
— Viéndote de esa manera, me doy cuenta que no sólo me encuentro con el héroe del mundo —Comenté, soltando un par de risas. Él me dirigió una expresión confundida y hasta curiosa, por lo cual proseguí a responder—; sino con el mismísimo séptimo hokage. Felicidades, Naruto. Estaré a tus ordenes de ahora en adelante.
— Gracias. Y sí, creo que tengo la misión perfecta para ti'dattebayo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.