Capítulo 23

1.1K 101 2
                                    

DISCLAIMER: Los personajes que aparecen en esta historia pertenecen a Naoko Takeuchi y su obra Sailor Moon, sólo los tomo prestados para crearla.

Queda prohibido editar, reproducir o publicar total o parcialmente esta historia en cualquier blog, página, grupo o plataforma sin mi consentimiento expreso.

Estimado lector: Agradezco infinitamente que te guste la historia y que desees compartirla con otras personas, pero la mejor forma de apoyar mi trabajo y respetar el esfuerzo y dedicación puestos en cada una de mis historias es colgar el link a la misma, ya sea en tu fanpage, grupo u otro medio que manejes.

NO LA COPIES O DISTRIBUYAS SIN AUTORIZACIÓN. NO PLAGIES NI APOYES EL PLAGIO.

.

:::Capítulo 23: Aliados:::

No era la primera vez que recibía una llamada de su casa para avisarle de alguna cosa importante, sin embargo la llamada de Andrew había sido tan inesperada como su contenido. Aquella revelación era lo que necesitaba para confirmar sus sospechas de que Serena sólo jugaba con él y que lo único que le interesaba era librar a Kenji de la cárcel.

Aunque no lo admitiera en voz alta ni frente a nadie, eso lo dejaba completamente devastado. Lo más difícil de todo era que se había enamorado de ella, de su calidez, de su humildad, de la bondad de su corazón, de la tibieza de su cuerpo, de sus besos, sus caricias, su forma de amar. Amaba todo de ella a pesar de sus reticencias, la amaba profundamente a pesar de sus dudas y falta de fe; y le significaba un golpe letal saber que lo que él creía era un amor puro y sincero, no era más que otra treta de los Tsukino para salirse con las suyas.

¿Qué sería de él ahora? Ahora que necesitaba del calor de su cuerpo por las noches, ahora que necesitaba escuchar su dulce risa, ahora que deseaba recuperar el tiempo que perdió al lado de un espejismo, resultaba que ella también lo era. Al entrar en la habitación del viejo la escuchó mientras ellos hablaban, ¡qué hábil que era Serena! ¡Qué facilidad tenía para engañar a las personas! Incluso Artemis había caído en su trampa y la quería como a una hija.

—No, Darien no debe saber nada de esto. Promételo Serena, prométeme que no se lo dirás, no le dirás absolutamente nada a Darien.

— ¿Qué es lo que mi esposa no debe decirme Artemis?

—Darien, ¿qué haces aquí tan temprano hijo?

—Es que extrañaba a mi hermosa y dulce esposa. —dijo acercándose a una muy nerviosa Serena y dándole un beso en la frente— ¿No te molestará que deje la oficina temprano?

—Para nada hijo, tú siempre has trabajado muy duro, mereces tomarte un descanso de vez en cuándo. ¿Cómo han ido los problemas con la exportadora?

—Nos hemos recuperado muy bien en los últimos meses, tenemos un crecimiento sostenido del 10% mensual en el nivel de ventas y la rentabilidad ha mejorado, al paso que vamos en lugar de cerrar podemos pensar en abrir una nueva sucursal.

—Me alegra oír eso Darien, desde que enfermé no he podido supervisar los negocios como antes.

—No te preocupes Artemis que para eso estoy yo.

Darien podía notar los nervios de Serena y del viejo, era evidente que había interrumpido una conversación que ambos querían que permaneciera oculta de él.

— ¿Quieres que te prepare la tina? Tal vez un baño de espumas te relaje un poco después de un día tan cansado.

—Sería una buena idea, pero antes me gustaría saber de qué hablaban ustedes dos que debía permanecer en secreto.

Luna OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora