Capítulo 11

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DISCLAIMER: Los personajes que aparecen en esta historia pertenecen a Naoko Takeuchi y su obra Sailor Moon, sólo los tomo prestados para crearla.

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:::Capítulo 11: Plan de boda—Parte 2:::

Artemis Chiba no era un exitoso hombre de negocios producto de la casualidad o la suerte, no. Se había destacado en todo lo que emprendía porque además de trabajar muy duro, era un hombre inteligente, audaz y astuto. Su olfato para los negocios era tan bueno que en el ambiente en el que se manejaba le apodaban «Rey Midas», negocio que Artemis pensaba, negocio que prosperaba.

Por eso cuando Darien le contó que había pedido la mano de Mina Tsukino y que ella y su padre habían aceptado, el viejo supo que algo turbio había detrás de aquello. Él mismo fue testigo de la desesperación de Darien al enterarse de que ella estaba prometida a otro, y aunque había sugerido a Darien que luchara por ella, no podía ser posible que así de simple ella hubiera resuelto que a quien seguía amando era al pelinegro y que quería casarse con él; además, siendo que la fecha de la boda se pactó para realizar en apenas quince días, para Artemis era definitivo que nada bueno podría salir de todo eso.

Intentó hablar de sus inquietudes con Darien más éste se negó, incluso recurrió a Michiru, que como su mejor amiga Artemis daba por un hecho que ella conocía a la perfección los motivos que tenía Darien para llevar a cabo tan precipitada boda; pero Michiru fiel como siempre a su amistad con el pelinegro, no soltó prenda de lo que sabía. Al viejo no le quedaba más remedio que aceptar la explicación de Darien de que ya había pasado mucho tiempo alejado de ella y que no podía esperar un minuto más sin estar al lado de Mina.

Hasta aquello había llamado la atención del viejo. Siempre que Darien hablaba de la mujer que amaba, se refería a ella como su mariposa; sin embargo al hablarle de su boda, se había referido a ella por su nombre y no lo había vuelto a escuchar utilizar el apodo de mariposa otra vez.

El ascensor privado del edificio Cristal hacía la parada en el piso # 25. Artemis salió del aparato caminando con su usual parsimonia y apoyado por su viejo bastón negro, se dirigió hasta la oficina que ocupaba Darien.

—Señor Chiba, es un gusto tenerlo aquí, ¿viene a ver a Darien?—una efusiva Lita le saludó con una amplia sonrisa.

—Lita querida, cada día estás más hermosa.

Lita fingió modestia—Gracias señor Chiba, favor que me hace. ¿Se le ofrece un café? Cualquier cosa que necesite puede pedírmela y yo personalmente se lo traigo.

— ¿El café es hecho por ti?

—Por supuesto señor Chiba.

—Entonces quiero dos tasas, el café que haces es maravilloso. ¿No tendrás las galletitas que tanto me gustan o sí?

—Le voy a decir un secreto, —respondió acercándose al oído del viejo—creo que un pajarito me avisó que usted vendría hoy porque esta mañana hice algunas y me quedaron deliciosas, voy a traérselas junto con el café.

Luna OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora