Luna Oscura

Capítulo 27

DISCLAIMER: Los personajes que aparecen en esta historia pertenecen a Naoko Takeuchi y su obra Sailor Moon, sólo los tomo prestados para crearla.

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:::Capítulo 27: El reencuentro:::

—Mina Tsukino, tienes visitas.

La rubia bajó de un brinco del camarote que compartía con otra de las presas del lugar. Se extrañaba que alguien viniera a visitarla, desde que cayó presa sólo una vez recibió visita de su madre, quien no volvió a ir a verla luego de que ella la había corrido. Al llegar a la sala de visitas se encontró con un rostro ya conocido para ella, era Kiral, el inútil abogado que había contratado para defenderla sin ningún resultado satisfactorio.

Mina se sentó en el banquillo y tomó el teléfono. —Has venido a decirme que puedo salir libre, porque si no es así no me interesa...

—Su padre ha muerto señorita Tsukino, recibió tres balazos en el pecho al intentar fugarse, murió de camino al hospital.

— ¿Está seguro de eso?

—Completamente, la autopsia indicó que se trataba de Kenji Tsukino, su padre y dos hombres más murieron ese día, un tal Zafiro Moon y Seiya Kou.

—Dos lacras menos para la sociedad. —Dijo limpiando una lágrima—Quiero estar presente en el funeral de mi padre.

—Veré qué puedo hacer pero le advierto que no será nada fácil, su comportamiento no ayudará mucho, ese tipo de privilegios se los dan a personas que no son conflictivas ni agresivas y eso señorita, es una de las cosas que usted no ha sido; además ha intentado fugarse varias veces.

—Me importa una mierda lo difícil que vaya a ser Kiral, yo tengo que ir a despedirme de mi padre ¿lo entiende?

—Ya se lo dije, haré lo que pueda aunque no prometo nada, ningún juez la dejaría salir.

—Tengo dinero Kiral, ofrézcales lo que sea, la cantidad necesaria, pero tiene que lograr que yo me vaya a despedir de mi padre.

—De acuerdo señorita Tsukino, haré mi mejor esfuerzo.

—Estaré esperando una respuesta favorable Kiral.

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—Tendremos todo listo en una semana... por supuesto señor Uchija, nos reuniremos en donde usted decida. —Diamante levantó la vista y vio a Mimet en el umbral de la puerta, le hizo una seña para que entrara—Lo hablaré con mis socios pero no creo que haya problema...No se preocupe, yo le confirmaré la fecha...Feliz tarde para usted también.

Terminó de firmar los papeles que le llevó su secretaria, eran los documentos del divorcio que al fin Ami se convenció de firmar, luego de que comprendió que Diamante nunca llegaría a amarla. Ahora ella sabía quién era la mujer del cual su ex marido estaba enamorado y no sólo se hizo a un lado, sino que les deseaba la mayor de las felicidades al saber que se trataba de su amiga de adolescencia, Serena.