Narra Jenna.
Ya daba casi media noche, cuando recibí un mensaje de Tyler, ¡¡un mensaje!! Ni siquiera pudo llamarme para pedir disculpas por dejarme plantada con la cena hecha. Había pasado algo con ¿Emma? Si, creo que se llama así. Esa niña cada vez me irrita más. Ty pasa cada vez mas tiempo con ella.
Como no podía dejar la cena así, decidí invitar a una amiga, Esther, trabajaba con los chicos, no tenia un contacto tan concreto de quien era ella, no la conocía mucho, pero comenzó a hablarme de la nada, y creo que me agradó.-No deberías dejar que los chicos estén tanto tiempo con esa tipa, digo, solo llegó un día y ahora tu futuro esposo se la pasa con ella.-Me dijo Esther apuntándome con un tenedor mientras tenía la boca llena de espagueti.
-No, es sólo que ella acompañaba a Eunice, no creo que Tyler busque estar con ella.-Dije tratando de justificar, Esther siempre me hacia dudar de todos, hasta de la persona que amaba.
-Los hombres son extraños nena, no deberías estar tan confiada-Me dijo guiñando el ojo.
¡Por dios! Pensar en él y ella no me agradaba en nada.Narra Tyler
-¿Ella tuvo algún motivo para huir, señora?-Dijo el policía anotando hasta cada detalle que Eunice le daba sobre Emma. Ha pasado un día y aun no sabíamos de ella.
Estábamos sentados todos en la sala del estar de la familia Graham.
Me levanté y comencé a merodear por la casa. Josh se veía tan atento a cada cosa que decían.
Camine hasta llegar a la chimenea, había un par de fotos de Emma cuando era pequeña, y el resto que eran como unas 10, de sus dos hermanos, cada una en diferente estampa de sus vidas. ¿Por qué había tan pocas de Emma? No veía alguna que fuera cuando pasaba de curso en la escuela o en alguna fiesta de cumpleaños. Extraño.
Seguí a lo largo de la casa, era muy acogedora. Me topé con las escaleras, que instantáneamente mis pies decidieron subir en ellas.
Al fondo del pasillo había una puerta entre abierta y un dibujos del símbolo |-/ Era de Emma.
Dude un momento en entrar, pero lo hice. Todo parecía mas bien la habitación de una niña de 7 años. Había peluches enormes, unicornios en todos lados y un par de póster de nuestro grupo. Era lindo.
Había una pila de libros enormes, y cuadernos.
Tome uno, ¿por que soy tan entrometido?
El cuaderno tenía rotulado "Emma" con letras en manuscrita de color negro. El cuaderno se veía viejo y desgastado.
Lo abrí.
"Hoy fue mi cumpleaños número 10, mamá no vino a verme, papá solo me mando un panquesito con una de las enfermeras. Los extraño mucho, ya casi son cuatro años desde que ya no estoy en casa, me odio demasiado..."
¿Qué? No entendía aquello que Leía.
Decidí hojearlo.
-¿Ty? Cariño...-Escuche al fondo del pasillo, era Eunice. Tomé tres de los cuadernos y los metí en mi abrigo, salí apenado.
-¿Sucede algo?-Preguntó.
-No, nada, es lindo-Dije apuntando el interior de la habitación.
-Si-Dijo sonriendo débilmente.-Vamos a comer algo.