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Narra Emma.
Cada pequeño bache que pasábamos, hacia que sintiera todo el cuerpo destruirse. El dolor triturador que sentía me hacia quejar. Aún la velocidad me dolía.
Sentía como Josh, miraba al frente mientras conducía, y me miraba al segundo siguiente.
Llegamos al hospital.
Me quede profundamente dormida.

Desperté y todos estaban en la habitación. No podía hablar, no sentía mi mandíbula.

-Emma...-Dijo Josh quien sostenía mi mano derecha, veía su sonrisa, no habia mejor forma de hacerme sentir mejor que verlo sonreír.-Toda está bien.
-Cariño, debes de decirnos quien te hizo esto, ¿dónde estabas? Josh me ha contado, pero, por favor ¡Habla!-me dijo mi madre gritando.
Me desesperé ante esto, así que trate de hablar, pero sentía entumecido todo.
-Eunice, ella ahora no está para hablar, dejala tranquila. -Dijo mi padre molesto.
Una, quizá dos semanas estuve en el hospital, aun no creyendo lo que había pasado, o lo que había hecho. Nunca me había sentido con tanto valor, como cuando salté, valor, estupidez, no lo se, pero lo hice.

No habían nadie en mi habitación, solo escuchaba el sonido de la maquina que detectaba mis
frágiles pulsos. Estaba pérdida en mi mente, cuando la puerta se abrió. No esperaba a nadie esa tarde, mi padre trabajaba, mi madre estaba en casa, y los chicos estaban en una presentación. Así que no sabia quien era.
-Hooolaaa-Dijo una voz chillona. Era la mujer de pelo rizado y piel morena, que grito a mamá la otra vez. Traía un par de globos con helio y unas flores que dejo en el taburete de al lado de la cama.
-¿Hola?-Dije confundida.
-Pero mirate, te ves fabulosa-Dijo burlándose hasta que decides regresar, todos estábamos tan preocupados. Más mi amor, Joshy. Me sentía tan mal viéndole mal. Lo amo y deseaba verlo feliz, y ahora lo está.- ¿que? ¿A que se refería? ¿Que tiene que ver ella con Josh?
-Me alegro, importaba que yo regresara para que todos estén bien.-Dije sarcástica. Su cara se veía enfadada.
-Mira niña, dejaré algo muy en claro, Josh me gusta. Y no suelo rendirme. Asi que es mejor que guardes tu distancia. Ahora me voy, jeje, adiós linda.

Narra Jenna.

-Supongo que ahora si podremos estar mas tiempo juntos, salir, quedar de cenar, vernos.-Le dije a Tyler mientras el estaba comiendo de su plato de ensalada.-Por cierto, su presentación hoy estuvo genial, amor.
El seguía comiendo, viendo hacia su plato. Ni siquiera me miraba.
-¿Ty?... ¿Tyler? ¡¡¡Tyler!!!-Grité.
-Oh. Amm, ¿si?-Dijo levantando la vista confundido.
-Nada, nada Tyler.-Dije mientras me levantaba y me dirigía a mi habitación. Me recosté en la cama, el coraje se acumulaba y salia en lágrimas... Esperé 5, 15, 30 minutos, esperando a que el fuera a la habitación y tratara de saber que tenia, pero no fue así. Salí. Y la mesa estaba recogida, y ya no estaba él.

Narra Emma.

Ese día esperaba la visita de Oliver, trate de alinear mi cabello, y ensayé unas cuantas sonrisas que me hicieran parecer que nada habia pasado, aún a pesar en la obviedad del asunto.
Dieron las tres en punto, y el entró.
Traía un pantalón de vestir con una camisa del mismo tono. Su altura siempre me hacia que levantara el cuello para verle a los ojos. Sus ojos se veían tan cansados. Y creo que hasta estaba más delgado.
Al verme sólo pudo parpadear demasiadas veces para que esas lágrimas evidentes no se derramaran.
-¿Quien carajos te hizo esto, Emma-Dijo viendo fijamente la pared acumulando su coraje.
-Vaya, serias el primero al que se lo contara. La anestesia ha hecho que algunas cosas se me borren, pero podría recordarlo.
El hizo una mueca de que le contará, y así lo hice, mas tarde lo hice tambien con la policía quien anotaban hasta cada detalle de toda la atrocidad que esos hombres planeaban hacer con esas chicas.
Mi madre sollozaba a cada segundo que mi historia avanzaba.

Más tarde. Quiza en una par de días, podría irme a casa.

Narra Tyler.

Desde que supe que Emma estaba de regreso y fui, no he vuelto al hospital, no me siento capaz de verla en esas condiciones.
Solo merodeo por el departamento de Jenna, quien ya no me habla. Solo me saluda por la mañanas y de ahí desaparece.
Le hago daño, y me hago daño a mi también. Los días avanzan y no puedo sentir otra cosa mas que una barrera con Jenna, una que me impide verla de la misma manera.

Narra Josh

-Y necesitas guardar absoluto reposo en un par de semanas podrás comenzar los ejercicios de rehabilitación para tu pierna.-Dijo una enfermera sonriente.
Emma solo asintió con la cabeza. Ella lucía incómoda o molesta.
Cuando la enfermera salio, Eunice salió detrás de ella, dejándonos a solas.
-Emma... ¿Todo bien?- pregunté cuidadosamente.
-Si, al parecer si-Dijo sin verme siquiera.
-Claro, iré... Por un café-Dije, pensando que necesitaba estar a solas.
Salí del la habitación, y caminé por el pasillo, tenía la cabeza baja, pensaba.
-Es un lugar publico!! Aparte, no sabe con quien se está metiendo-Escuché que gritaba una mujer al fondo del pasillo, levanté la mirada y era una morena alta, de cabello rizado cuya voz pude reconocer, si no me equivocaba, era esa "E" registrada en mi teléfono quien me había llamado hace unas semanas, diciendo descaradamente que le pagábamos sin trabajar. No sabia si seguía gozando dinero gratis, me olvidé de ella. M acerqué a paso veloz, en cuanto me vió esbozó una enorme sonrisa
-Joshy, hola-Dijo zafándose  de la mano del guardia de seguridad.
-¿Hola?-Dije algo confundido y exasperado
-¿Podrias decirle a este hombre que puedo estar aquí y deje de tocarme?-dijo mirando despectivamente al hombre.
-¿Qué tienes que hacer aquí- Pregunté.
-Ammm, vine a ver a... ¿Emiliana?-Dijo confundida en eso último.
-¿Emiliana? ¿Quien diablos es?-Pregunté, en serio, su voz me sacaba de mis casillas.
-Ammm, tu amiga.
-¿Emma?-Dije entre una risa burlesca.
Vi como su rostro expresó vergüenza, ver a una persona en esa condición y aparte de todo, burlarme, mi consciencia comenzaba a remorderme.
-Si, viene conmigo, señor-Dije
Ella emocionada dio pasitos hacia mi con sus enormes tacones y abrazó mi brazo como una niña pequeña. El guardia se alejo y volteé a verla.
-Ahora, ¿qué quieres aquí?-Le dije viéndola a los ojos.
-Ay, cariño, vine a visitarla. Quería conocer a la legendaria y maravillosa señorita Graham que por fortuna, esta viva-Dijo con una sonrisa mas falsa que sus implantes de senos.
-Ella está muy bien, descuida, que no tienes porque estar tan preocupada. Ahora, si puedes irte para que no te metas en problemas-Le dije sonriente tratando de que esto no se escuchara como que la corría.
-Pero...-Dijo.
-Estoy ocupado, ¿vale? Ahora vete.-Dije mientras me alejaba por el pasillo.

Stay alive.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora