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Narra Jenna

-Ya cariño, mira el lado positivo: no ha cancelado la boda, mientras siga así, tienes la fortuna para ti- Dijo Esther mientras tomaba una y otra prenda que estaban en ganchos en la barra de la boutique.
-¿De que fortuna hablas?-Pregunté confundida.
-Oh, de nada, jeje.-dijo fingiendo su risa-Mejor escoge algo. Me enteré de que Tyler te dio otra tarjeta de crédito.
-ahora no tengo animo de esto. Solo quiero a Ty conmigo de nuevo.-Dije desanimada.
-Esa niña sólo quiere llamar la atención. Que ya lo supere. Cuando se le acabé el dinero, o tenga hambre regresará, estoy segura.-dijo.
-No lo sabes, Esther, quizá le ha pasado algo. No es ella y su huida, es Ty el problema, es ha vuelto duro y frío. Y simplemente cree que con regalos caros o dinero me mantendré feliz.
-Yo si lo estaría-Dijo sonriendole a un vestido.-Joshy podría darme eso. -Murmuró.
-¿Josh? Bueno, él ahora no busca alguna relación Amorosa.-Le dije
-¿Lo traumó alguna chica?-Río.
-No, él lastimo a su chica, más bien, otra persona se metió, y la lastimaron.-Dije.
-Que dramático estuvo. Pero de todos modos no me quedaré con ganas de intentarlo.
No me agradaba la idea. Para nada.

Narra Tyler.
-Yo te ayudo con eso, Eunice-Me acerqué al horno y saque la charola de galletas.
-Gracias Cariño.-Dijo débilmente. Su rostro se veía pálido, y tenia unos enormes círculos oscuros al rededor de sus ojos. Se veía cansada. He estado con ella más seguido. Necesita a alguien.
Comíamos galletas, recargados en la barra de madera de la cocina cuando sonó el teléfono. Ella salió de la cocina. Pasaron unos segundo cuando regreso. Tenia los ojos muy abierto y su boca formaba una O enorme.
-Han... Han encontrado a Emma.
Todo dentro de mi estómago se revolvió. Por fin. Sentía una extraña mezcla de felicidad con enojo.
Salimos casi corriendo, entremos al auto. Tome el volante en lo que Eunice mandaba textos, quizás a su esposo.
Llegamos a la ubicación que Eunice puso en el GPS; el hospital.
Me estremecí.
Entramos al hospital, preguntamos en la recepción y nos indicaron una habitación. La enfermera nos guió, tenía miedo entrar en ella. Lo hice de todos modos, lo primero que vi fue a Josh, estaba al lado de la cama sosteniendo la mano de Emma ¿quien le avisó?
Y Emma... Ella estaba hinchada de la cara, tenía moretones por todas partes, rasguños y golpes en los brazos. Tenía una pierna rota y su respiración era lenta y pesada.
Eunice se acerco lentamente, la tomo de la otra mano y la beso mientras rodaban por sus mejillas, lágrimas. Yo no podía imaginar que le pudo haber pasado, o quien le había hecho eso, me llenaba de coraje. 
Me acerqué con miedo, ella no hablaba, solo miraba a su al rededor. Sus ojos estaban llenos de dolor.

Narra Josh

Estaba en Taco Bell. No había tocado mi comida, solo estaba sentado en la misma mesa donde pase una buena noche con Emma. Estaba perdido en la nada, cuando mi celular comenzó a sonar.
-¿Hola?-Dije.
-¡Josh!-Escuché entre sollozos. Esa voz, ¡esa voz!-Josh, por favor, ven, ven por mi, estoy... ¿En donde estoy?-Dijo refiriéndose a otra persona, quien tomo el teléfono, era la voz de una anciana- es por la autopista 35. Es la única granja por aquí. Hay varias bodegas en la acera de enfrente. Apurate, esta niña esta muy mal -Dijo.
-¡¿Emma?!-Pregunté desesperado
-Si... Ven por mi, por favor-Dijo y soltó en llanto, seguido me colgó.
Mi corazón se paralizó. Salí corriendo de lugar. Entre en mi auto, introduje la dirección en el GPS y arranqué.
Un mes, mas de un mes y la policía se reusaba a buscar a Emma. Ahora ella estaba viva. Todo estaría bien
Llegué a la dirección que me habían dado. Había un rastro de sangre que iba hacia el campo. Toqué la puerta, abrió una anciana.
-¿Josh?-me preguntó.
Asentí con la cabeza. Me dio paso, y entré. Me dirigió a la sala, donde allí. Estaba desecha. El estomago se me revolvió. Se me escapó un sollozo. Ella débilmente me sonreía, estaba cubierta de sangre que provenía de su boca y de una pierna
-Todo estará bien... Lo prometo.-Dije.

Stay alive.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora