Lunasticio de dos Lunas

CapÍtulo 5 -La mentira tiene patas cortas... -A ojos de Jacob.

Después de adquirir todo lo que la enana me exigió comprar, me encaminé a la estación de policía sin deseo alguno de llegar, anhelando solventar lo antes posible lo de la multa de transito de EdwJake.

"¿Por qué si ahora eres el jefe de policía andas en la calle multando a quienes se te pasan por en frente Charlie?" Pensé mientras me estacionaba frente a la comandancia de policía, observando la fachada, pensando que a lo mejor ni tendría que hablar con él, rogando porque así fuera.

Entré y observé a un oficial hablando por teléfono, me acerqué rápidamente a él, esperando a que culminara su conversación, justo cuando una voz a mis espaldas me hizo estremecer por completo.

—Jacob Black... tanto tiempo. —Volteé el rostro muy a mi pesar, colocando mi mejor sonrisa.

—¡Charlie! —Extendí mi mano para saludarle.

—¡Vaya... vaya!... si que estas tan... —Me miró de arriba hacia abajo, alegando con cierto sarcasmo. —... tan Cullen. —Sonreí imaginando que se refería a mi estilo de vestir, y que ahora me viera tan joven como ellos a pesar de tantos años.

—Pues ya sabes cómo es Carlisle y su empeño por mantenernos a todos jóvenes con el suero de la eterna juventud. —Charlie sonrió, palmeándome la espalda mientras decía.

—Pues tendré que pedirle al buen Doc. Que me dé un poco de su brebaje a ver si me dejan de salir tantas canas y arrugas. —Aquello por supuesto me hizo sonreír, imaginando a Carlisle mordiendo a Charlie, inyectándole aquel suero de la juventud, llamada ponzoña.

—Pues seguro que si jefe Swan, jejeje... —Saqué la boleta de infracción, mostrándosela a Charlie quien asintió, acercándose junto a mí a la barra donde se encontraba el policía que hablaba por teléfono mientras me decía.

—Ya veo porque el muchacho es como es. —Arqueé una ceja ante aquello, mirándole por demás de extrañado. —Tu hijo fue bastante altanero e irrespetuoso... incluso intentó sobornarme. —Abrí los ojos completamente sorprendido, y a la vez bastante avergonzado ante aquello.

—¿En serio? —Le pregunté a Charlie, quien asintió, tomando un bauche de esos que se usan para realizar depósitos bancarios. Me lo entregó, alegando que debía de hacer el pago de la multa a la cuenta bancaria del gobierno, respondiéndole que de seguro Edward lo pagaría por medio de una trasferencia, pidiéndole amablemente que me diera el número de la cuenta. —Bueno Charlie, me tengo que ir. —A Lo que el jefe de policía alegó, negando con la cabeza.

—Vamos hombre, ¿cuál es el apuro? —El serio policía me tomó por el hombro, encaminándome hacia su despacho, sin saber que decir para zafarme del mejor amigo de mi padre, el cual me hizo entrar a su oficina, trancando la puerta. —Has estado bastante perdido, ¿eh? —Le respondí que mi trabajo era un poco demandante y que en mis corto tiempos libres viajaba tratando de seguir mis estudios y mejor mi carrera. —Entiendo —Alegó, cambiando el tema. —Solo quería conversar contigo sobre el "teniente". —Sonreí, imaginando que EdwJake le había causado una muy mala impresión a Charlie.

—Sé que no debería meterme en el modo en el que tú y... Edward... —Hizo un gesto que me causo gracia, como si no supiera expresar lo que mi sexualidad le hacía sentir. —...Crían a su hijo, pero siendo un teniente de la Marina, más que estar alardeando de eso debería llevar su rango con respeto y no estar abusando de ese poder. —Asentí a sus palabras, dándole toda la razón, prometiéndole que hablaría con él sobre eso.

—Bueno Charlie... me retiro y gracias por todo. —Pero al momento de abrir la puerta, Charlie alegó, dejándome inerte frente a la puerta.

—¿Sabes?... es irónico... pero si Bella no se hubiese fijado en ese mal nacido y hubiese seguido enamorada de ti, aquello no le hubiese ocurrido. —No supe cómo reaccionar, temía que mi cara denotara nerviosismo, suspirando para tratar de verme lo más tranquilo posible, respondiéndole después de voltear a verlo.