Capítulo 9

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•IBALLA GONZÁLEZ•
-No harán nada si ven que te quiero de verdad y que voy con buenas intenciones -acaricia mi mano

Nos sirven la comida, y almorzamos. La verdad es que su presencia es realmente agradable. Al terminar, paga y nos subimos en el coche. De repente se queda mirándome fijamente a los ojos.

-¿Qué pasa? ¿Tengo monos en la cara? -se ríe

-¿Te han dicho alguna vez que tienes unos ojos preciosos e hipnotizantes? -niego- entonces me gusta ser el primero -acaricia mi mejilla

Comienza a acercarse lentamente a mis labios. Mis nervios florecen, cada vez lo tengo más cerca, mi respiración se agita, cierro los ojos y me dejo llevar. Une nuestros labios y me besa despacio.

-Me gustas Iballa -dice al separarse

-Es imposible, ¿cómo es que te gusto? No lo entiendo

-¿Nunca has sentido que tu corazón se acelera tanto que piensas que podría salirse de tu pecho? -niego

-Nunca me he enamorado -bajo la mirada avergonzada

Arranca y me lleva a un lugar que nunca había visto, un prado increíble y al final el borde de un acantilado.

-¿Por qué me traes aquí? -pregunto curiosa

-Aquí vengo muchas veces a reflexionar sobre mis problemas, ¿te gusta? -asiento fascinada- te he traído para que conozcas algo más de mí, y de paso estar a solas sin nadie que nos moleste

-Háblame de ti -digo mientras nos sentamos en el césped pegados a un árbol

-Tengo 19 años, soy un amante de las fiestas pero sin pasarme, suelo beber en ocasiones, me gusta cantar, bailar, jugar al fútbol en mis ratos libres -se detiene y prosigue- tengo carnet de conducir como puedes ver y ahora mismo estoy trabajando -concluye

-¿De qué trabajas?

-Lo descubrirás dentro de poco -sonríe

-Eres bastante misterioso -le miro- y me gusta -se muerde el labio

-¿Y tú? ¿Qué escondes bajo esa carita de ángel? -sonrío

-Tengo 18 años, estoy estudiando derecho en la Facultad, no soy de salir de fiesta, soy un ángel como bien dices, nunca había gritado a mi padre hasta ayer, bueno "padre" -digo haciendo las comillas

-¿A qué te refieres?

-Mis padres biológicos me abandonaron en un orfanato con tan sólo 2 años y ahora vivo con mis padres adoptivos. Ellos me han críado y por esa misma razón no quieren que mi vida se eche a perder con una relación amorosa y menos ahora que estoy en la universidad

-Lamento mucho lo de tus padres

-No pasa nada, ya es agua pasada -me abraza

Me siento acogida entre sus brazos, sé que me comprende, ojalá mis padres reflexionasen y acepten que me vea habitualmente con él. Me levanto y me dirijo al borde del acantilado.

-¿Qué haces loca? -grita sosteniendo mi brazo

-Tranquilo, solo estoy mirando -río

-Más te vale -me pega a él

Quedo a pocos centímetros de sus labios, nuestras miradas se encuentran, ¿se reflejará todo sin decirnos nada?

Dulce introducción al caos. [Jesús Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora