Capítulo 19

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•JESÚS OVIEDO•
-¿Qué vas a hacer?

-¿Tú que crees? -sonríe

Subo a la habitación y preparo una pequeña maleta con lo necesario. Cojo el portátil y busco el primer vuelo para mañana, tras hacerlo, su rostro invade mi mente junto a su recuerdo, su sonrisa, dios, esa sonrisa tan brillante y radiante.
«Que sería de mí sin ella».

Las horas pasan rápidamente y amanece.

-Venga tío, vas a llegar tarde al aeropuerto -dice agobiado

-Relájate tío, vamos a llegar

Pongo la maleta en el coche y nos dirigimos al aeropuerto de Barcelona, preparo todo para el embarque y me despido de Dani cuando quedan menos de 15 minutos para despegar

Subo al avión y busco mi asiento, me acomodo y antes de despegar una chica toca mi hombro.

-¿Eres Jesús? ¿El de Gemeliers? -dice emocionada y asiento- dios, mi asiento está justamente a tu lado, en la ventanilla

-Siéntate -sonrío

-No me lo creo, ¿podemos sacarnos una foto? -asiento; la hace y despegamos- me llamo Nerea

-Encantado -sonrío

No hay minuto en el que no cierre la boca, no para de hablar ni un segundo, la emoción, supongo.

-Siempre he tenido una duda -la miro

-¿Cuál? -digo tenso

-¿Alguno de los dos tiene algún romance?

Supuestamente no debería decir esto pero sí, algo hay

-¿Cómo que algo hay? No entiendo -río

-Me gusta una chica pero nada más

-Pensaba que eráis de los que tienen una novia en cada puerto

El avión aterriza y la dejo con la palabra en la boca, no voy a contarle mi vida a una fan, no creo que a Iballa le guste mucho que lo que suceda entre nosotros esté en boca de todas las niñas que me idolatran. Bajo del avión y espero para recoger mi maleta.

-¿Estás enfadado por la pregunta que te he hecho? Perdón si me he metido en tu vida personal, no quería de verdad -su rostro se entristece

-Tranquila -cojo mi maleta- tengo que irme, ha sido un placer -sonrío forzadamente

Pido un taxi y coloco la maleta en el maletero. Me subo y le digo la dirección a la que deseo ir.

•IBALLA GONZÁLEZ•
Termino de vestirme y bajo a la cocina, almuerzo junto a mi padre, y al terminar recojo la mesa mientras él se cambia.

-Papá, ¡voy a sacar el coche del garaje! -grito para que me escuche

-Vale, ya bajo -dice en el mismo tono

Voy al garaje, abro el coche y coloco la llave en el contacto, no tengo carnet pero sé conducir.

No he sacado el carnet pero este verano me pondré a ello. Saco el coche y lo aparco enfrente de mi casa, me bajo y justamente veo venir un taxi por el carril opuesto al mío.

Dulce introducción al caos. [Jesús Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora