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Hoy (quinto día después del accidente)
Córdoba, Argentina. Hotel "Relax and dreams"

El joven Cordobés estaba limpiando unas mesas, su turno estaba por acabar. Alzó la vista cuando vio entrar a Lydia con cara de confusión y miedo junto a una mujer y a un hombre. Los dos venían de negro y traían lentes de sol. Daban miedo de sólo verlos.

-¿Castro, Carlos?- preguntó el hombre cuando llegó junto al mesero de apenas veinticinco años.

-Sí.- contestó temeroso.

-Somos los detectives Cranston y Álvarez- sacaron sus placas y el chico no pudo evitar ponerse nervioso, no sabía a qué se debía la visita de los detectives- necesitamos hacerle un par de preguntas.- Carlos con temor asintió.

-Gracias, se puede retirar.- le dijo la mujer a Lydia y esta salió enseguida de ahí.

Los tres se sentaron en la mesa que limpiaba Carlos segundos antes.

-Bien, ¿en qué los puedo ayudar?

-¿Conoce a esta chica?- dijo la detective Álvarez y sacó una foto de Carolina. El chico enseguida la reconoció, era la linda chica que había conocido hace un mes y que no había vuelto a ver- Carolina Kopelioff.

-Si, la conocí una mañana aquí mismo- señaló el establecimiento- me tocó ser su mesero, intercambiamos un par de palabras y es todo- los oficiales no le creían- ¿por qué?, ¿qué ha pasado con ella?

-Hace cinco días la joven tuvo un accidente- los miró intrigado- fue atropellada mientras salía del aeropuerto.- abrió los ojos, no podía creer lo que estaba pasando.

-¿Y qué tengo que ver yo con eso?

-Es curioso que lo pregunte joven Castro- habló especulante la detective- hasta donde tenemos entendido usted había estado hablando con ella y había quedado de pasar por ella ese día al aeropuerto y llevarla a cenar.- no sabía de qué hablaban. Estaba confundido, jamás había hablado con ella y mucho menos había ido a Buenos Aires por ella.

-¿Qué?- los detectives lo observaron- eso es mentira, jamás he hablado con ella, más que la vez que me tocó atenderla. Fue todo, ni siquiera tengo su número.

-Tenemos otro tipo de información- soltó el detective que lo observaba detenidamente para encontrar cualquier señal de que mentía- nos han informado que usted tuvo un interés por la chica, ¿no es así?- eso si era cierto, lo único verdadero de toda esa platica.

-Sí, bueno...se me hizo linda.- se rascó la nuca.

-¿Sabe que tiene prohibido pedir el número telefónico a sus clientes?- preguntó sarcástica la detective.

-No le he pedido el número.- contestó nervioso. No había hecho eso precisamente.

-Entonces, ¿cómo es que ella dejó una nota con su número de teléfono en la recepción para usted?

-¿Qué?- se levantó de la mesa, no podía creer lo que oía. Los detectives lo obligaron con la mirada a que se volviera a sentar- no tenía idea de eso. Sí, recuerdo que me atrajo Carolina y la busqué para pues sí pedirle el número, pero, nunca lo hice. Sólo le dije que quería volver a verla.

-Dando a entender que le diera su número.- atacó el detective Cranston.

-Bueno sí, pero no pensé que me lo fuera a dejar. Además no creo que su amigo o novio se lo permitiera.- recordó a Agustín.

-¿De qué habla?, ¿qué chico es al que se refiere?- la conversación estaba revelando cosas que no sabían y que eran vitales para la investigación.

Te necesito (Aguslina) (TE #1) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora