Te necesito (Aguslina) (TE #1) [TERMINADA]

36.

Hoy [22 de febrero]  Maratón 3/3

Carolina estaba emocionada, había terminado su primer día grabando para Soy Luna, se sentía tan bien, realmente extrañaba interpretar el hermoso papel de Nina, sintió tan bien en cuánto le dieron la señal de "acción". Agustín tenía razón, no importaba si pasaran mil años, ella seguiría siendo la indicada para interpretar a Nina, eran tan parecidas, pero a la vez tan distintas.

-Agus...fue increíble.- dijo sincera una vez que estaban en el auto del chico.

-Lo has hecho increíble, te dije que no importa lo que pasó, tú siempre serás Nina, lo llevas en las venas.- comentó gracioso y la chico soltó una pequeña carcajada.

-Sí, aunque sería mejor si pudiera dejar de usar estas incómodas muletas.- dijo frustrada, el doctor le había dicho que para fin de mes, se las quitaría.

-Bueno, ya casi te las quitan, además así Nina se ve más linda y tierna.- dijo con una sonrisa coqueta y la chica sintió sus mejillas arder.

-La verdad agradezco que esté pasando algo bueno, después de todo lo malo que pasó.- dijo sincera.

-¿Cómo sigue tu mamá?- preguntó el chico mientras miraba a la chica de reojo, procurando no apartar la vista del camino.

-Pues bien, supongo, ya no sale tanto porque le da miedo, pero creo que ya no está tan impresionada como ese día.- dijo con un tono triste. Le dolía ver a su mamá saliendo de su casa con miedo, ella no tenía porque sentirse así, no había hecho nada, pagaba por algo que no tenía nada que ver, igual que su amiga Valentina, que igual ya no se sentía segura ni cuando estaba en su propia casa. Había logrado que su novio se mudara con ella y aún así tenía miedo cada vez que cerraba sus ojos.

-Ya pasará, son cosas que sí, son terribles, pero simplemente no se pueden evitar, la gente hoy en día está peor, hacen daño a gente inocente.- dijo sincero el chico, ese comentario llegó hasta lo más profundo del corazón de la morocha.

-Sí, supongo que sí.- comentó frustrada y se dedicó a ver por la ventana el camino hacia el departamento de Agustín.

Cuando llegaron, Agustín se quedo en silencio, Carolina estaba por salir pero cuando vio al chico así se preocupó.

-¿Pasa algo, amor?- el chico sintió tan bien cuando lo llamó de esa forma, desde el día de San Valentín lo llamaba de esa forma y le encantaba que lo hiciera.

-¿Sabes qué día es hoy?- preguntó y volteó a ver a los ojos a Carolina, estos brillaban de una forma única y hermosa.

-Claro, hoy cumplimos un año de ser novios.- sonrió dulcemente la morocha y el chico se sintió culpable, amaba que recordará una fecha especial, pero el hecho que fuera una mentira lo hacía sentir terrible.

Tenía días que había pensado en mejor decirle toda la verdad a la chica, estaba cansado de las mentiras, porque cuando la morocha estuvo en el hospital, él le prometió que no le mentiría nunca más, y era lo primero que había hecho. Sabía que en cuanto la chica supiera toda la verdad, lo odiaría, tenía que ser sincero.

-Sí, qué lindo que te acuerdes- dijo con una vaga sonrisa- pero hay algo que te quiero decir.

-¿Ahorita, Agus?, no, me muero de hambre.- Agustín asintió y salió del auto para ir del lado de Carolina a ayudarla a salir.

Cuando entraron al departamento, Agustín se dirigió directo a la cocina, debía preparar algo especial, era un día especial. Carolina fue y se recostó sobre un sillón, estaba cansada, la pierna en las grabaciones le había comenzado a punzar, no había dicho nada por temor a que ya no la dejarán seguir trabajando.