Había sido un día de trabajo bastante difícil, como todos aquellos desde los últimos tres años viviendo sola en los Estados Unidos. La morena suspiraba de cansancio, estaba agotada, sus ojos se cerraban por si solos mientras subía las escaleras del edificio donde vivía, lo único que deseaba en ese momento era girar la llave de la cerradura y entrar al que era su "hogar"
No era un apartamento lujoso con vista a la hermosa playa de Miami, no quedaba cerca del centro de la cuidad, no vivía en una de las zonas más exclusivas donde solo había restaurantes caros, discotecas, clubes con una fila inmensa para entrar y tiendas de diseñador
Su "hogar" consistía en una habitación de unos diez metros cuadrados, tenía su propio baño, una cama no tan cómoda para descansar, un armario con la poca ropa que poseía, nada de vestidos o zapatos costosos, solo jeans, sudaderas, tenis, una que otra bufanda y un par de guantes que utilizaba en el invierno, solo eso. También había una televisión, un pequeña, de veintidós pulgadas, pero casi no la encendía, tan pronto como lo hacía, se quedaba dormida unos segundos después debido al completo cansancio que desprendía su cuerpo
El día a día de la cubana se basaba en levantarse muy temprano, a las 4:30 AM para ser exactos, se duchaba y organizaba un poco, tomaba su bolso, su móvil o lo que fuese que necesitase y salía corriendo cerca de las 5:30 AM de aquel edificio lleno de inmigrantes latinos
La razón por la que salía tan temprano se basaba en tener tiempo suficiente para caminar al primero de sus dos empleos diarios, si iba en autobús o en taxi eso representaba un gasto adicional y menos dinero para su familia en la Habana, así que simplemente salía unos minutos antes para llegar temprano. Recorría un trayecto de media hora y llegaba justo a tiempo para recibir el turno de 6:00 AM en la Cafetería Hansen
A las 2:00 PM literalmente corría hasta la ferretería Hamilton y llegaba a las 2:25 PM, en el cambio de turno, comía cualquier cosa en el camino, ese era su almuerzo, una hamburguesa, un hot dog o cualquier tipo de comida rápida que estuviese en oferta ese día. Se cambiaba de ropa para usar así el uniforme del gran establecimiento y empezar a las 3:00 PM con su turno
Salía a las 10:30 PM y caminaba nuevamente hasta su "hogar", a las 11:00 PM ya estaba bajo las mantas, agotada, exhausta. Con suerte pasaban dos minutos antes de que cayera completamente dormida
Esa era su rutina de lunes a viernes, sus obligaciones la consumían al punto de solicitar turnos extra los fines de semana en cualquiera de sus dos empleos. En la cafetería había aprendido a ser muy rápida y en la ferretería, un par de trucos en reparaciones del hogar, así que sus vecinos solían llamarla para que les echara una mano con una fuga de agua o para que les ayudará a instalar un electrodoméstico nuevo, la morena ayudaba a todo aquel que se lo pidiera y así se beneficiaban ambos, ella obtenía más dinero y ellos quedaban satisfechos con el trabajo de la chica
Su vida era tan monótona y aburrida. Sus pensamientos eran gobernados por el trabajo al punto de esclavizarse a sí misma, tomar sólo el dinero necesario para cubrir apenas sus necesidades básicas y enviar todo el dinero posible a sus padres y su hermanita Sofi en la Habana
Por eso su armario estaba casi vacío, por eso su teléfono cuya pantalla estaba rota hacia unos meses no había sido reparado o reemplazado por uno nuevo, por eso se limitaba a comprar lo apenas básico en cuanto aseo personal y comida, por eso no tenía tiempo para salir con uno de los muchos chicos que la invitaban casi a diario, porque, si algo tenía Camila, es que era realmente hermosa, sus rasgos latinos, su personalidad tímida pero encantadora, su sonrisa radiante y su cuerpo donde las curvas se marcaban en los lugares precisos, la hacían una chica atractiva, y sexy
Por supuesto que la cubana tenía un sinfín de cualidades, era brillante con las matemáticas o cualquier otra área que tuviese que ver con números, sus ideales y principios eran sólidos y su espíritu soñador la llevaba tan lejos que entre suspiros volvía a la realidad y se golpeaba a si misma por distraerse de tal manera, el tiempo era oro, desde hacía tres años había entendido el verdadero significado de esa frase
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Our Home (Camren)
FanfictionCamila es una mujer de 20 años, que básicamente, se parte el lomo trabajando para enviar dinero y así sostener a su familia en Cuba. La esperanza de los Cabello estaba depositada en ella, Estados Unidos y un empleo con un salario decente. Hoy, tres...