Chico Malo; myg

¿A que veniste?

Salí de mi habitación y corrí a la cocina por un vaso de agua.
Me lo tomé tan rápido como pude.
Se suponía que era para calmarme.

-¿___?

-Ah, Hola mamá.

-¿Te encuentras bien?

-Una pesadilla, eso es todo.

-¿Pesadilla sobre qué?

-Que YoonGi..-hice pausa al darme cuenta de mi metida de pata.

-¿Soñaste con YoonGi?

-¡No! No, no, No es así, yo.. soñé.. otra cosa, otra persona..!

-Está bien, tranquila.

-Estoy tranquila.

-¿Vas a desayunar..?

-Primero iré a vestirme para la escuela .-di vuelta para irme.

-¿Éstas bromeando ___?

-No. -voltee a ver a mamá.

-Es tarde, te despertaste tarde..

-¿!Qué!?

-Son casi las.. -reviso su reloj- casi serán las 11:30

¡YoonGi me matará! Y más porque prometí acompañarlo a comprarle algo a su abuela saliendo de la escuela.

-Me iré a vestir de todas formas, saldré a una parte..

-¿Saldrás? ¿Tu? ¿A dónde?

-Ah.. El parque.

-Bien, hazlo, estaré en casa hoy.

-Si mamá.

Corrí a mi habitación y saqué ropa para vestirme, después corrí al baño y me bañé tan rápido como pude.

Revisé mi celular para ver la hora, eran casi las doce.

Ya estaba casi lista.

-Emmm, mamá..

-¿Qué pasó? -Dijo con la mirada en uno de sus catálogos de sábanas.

-Sonará raro pero..

-¿Pero..? -me prestó más atención dandome su mirada.

-Un..labi..labial..

-¿Labial? ¿Usaras maquillaje? -dijo mamá sonriendo.

-S-Si..

-Claro, tomalo, están en mi primer cajón del mueble de mi habitación. El mueble del espejo.

-Gracias..

Corrí hasta su habitación y saque todos los labiales que le vi.

¡Demonios cual uso!
El único que tenía más de chica, porque todos eran de señora; Era uno rojo. Intenté ponerlo, pero lo difumine un poco, no me gusta que se vea tan intenso, pues es la primera vez que me pongo labial.

-¡Me voy mamá! -grité desde la puerta A punto de salir.

-Bien, estaré en casa.

Caminé hasta la prepa y revisé mi reloj antes de llegar a ella.
12:30.. demonios hoy salíamos temprano. Corrí en busca de YoonGi entre tantas personas (alumnos) Y no lo encontré.

Me di por vencida después de diez minutos dándome vuelta para regresar a casa, cuando siento que me agarran de la cintura por atrás, pegando su cuerpo con el mío.

-¿Qui.. ¡YOONGI!

-¿Qué haces aquí? -dijo llendose alfrente mío- Las clases ya terminaron, llegaste tarde. -rió.

-Ya se. No vine por eso.

-¿A qué veniste?

Suspire y sonreí.

-El regalo de tu abuela, estoy aquí por que iré contigo.