Chico Malo; myg

Llegaba a lastimar mis labios.

-YoonGi..

Unió sus labios con los míos.
Jugando con ellos de una manera deseperada. YoonGi llegaba a lastimar mis labios de lo fuerte.

Me tomó de la cintura y siguió con el placentero beso. Joder que YoonGi besa como si no hubiese un mañana, me gusta.

Lo empuje con poca fuerza haciendo que ambos retrocedieramos un poco. Sequé mis labios y por fin pude respirar.

Sus labios estaban de un tono más rojizo que de lo normal, supongo que los míos de igual manera.

-Hay que dormir. -Rápido contesté. No quería hablar sobre esto.

-Puedes dormir en la cama, estaré en el sofá. -dio vuelta.

-No. Tu eres quién debe dormir ahí.

Volteo a mirarme negando con la cabeza.

-Tranquilo, me acomodo muy bien en los sofás. -Tomé la manta que estaba cerca mío y llegué hasta el extremo del sofá para antes quitarme las pantuflas y por fin recostarme a dormir.
YoonGi hizo lo mismo en su camilla, apagó la luz y por fin pude dormir.

No me importaba dónde acostarme, ¡Sólo quería dormir de una maldita vez!

...

Desperté. Sentí algo pesado postrado en mi cara, abrí los ojos y me encontré a un dormido YoonGi.

¿Pero que coño..?

Alze la mirada y pude notar que estaba o más bien estábamos cubiertos por el edredón de su reducida camilla, obvio era una cama de hospital.

¿Cómo llegué hasta ahí? Si, estaba acostada junto con YoonGi en su cama.

Miré la ventana que estaba cubierta por aquella cortinilla azul y pude comprender que estaba lloviendo denuevo, se escuchaban truenos y relámpagos. Más aún, todavía era temprano, O sea no eh dormido lo suficiente.

Intenté levantarme, pero YoonGi en ese momento sintió mis movimientos y me abrazó.

-YoonGi.. -Susurre, quería explicarle que era incómodo.

-Shh.. -Contestó sin ganas, sin abrir sus pequeños ojos.

-Min..

-No puedo dormir debido a los relámpagos.

Reí bajito. -¿Te asustan los relámpagos? ¿A YoonGi el chico rudo?

-No.

-¿Entonces?

-Es el único aegumento que se me ocurrió para que te quedes. - Terminó de decir y plantó un beso en mi frente. Un beso cálido y lleno de sentimientos. De esos que quieres que jamás acaben.