Chico Malo; myg

No somos nada.

-Lo siento YoonGi, no quería decirlo de esa forma..

-Pero lo hiciste, ____.

-No se que decirte, cometí un error al decirlo de esa forma.

Oh no, los nervios y el temor me atacaba ahora mismo. Yo nunca cambiaré del todo, siempre seré la misma temerosa.
¿Pero exactamente qué era lo que ocasionaba mi temor?

-Lo has arruinado.

Caminó hasta donde estaba mi habitación en el hospital, mostrando un pésimo humor.
Lo único que hice fue ir tras de el, tenía que disculparme.

-YoonGi, no te enojes, no tenía intenciones de decir que eso no significaba nada

-Dejémoslo Ya. -contestó quitando su chaqueta, la botó en el sillón y se dio vuelta dándome la espalda.

-Yo no quería..-interrumpió- ¡Eh dicho que lo dejaras Ya! -gritó y mis nervios aumentaron al igual que mi miedo.

Tengo que de alguna manera hacerme fuerte y demostrarle otra cosa, que no fuera su enojo.

-Y entonces. ¿Qué somos Min YoonGi? -contesté con la voz quebrada, haciéndome fuerte.

-¿Qué..

-¿Primos?¿Hermanos?¿Amigos?¿Novios?¿Vecinos?¿Compañeros?

-No tiene sentido hablar de esto..

-¡Si lo tiene!

-Ok, ¡Somos amigos! ¿contenta? -contestó con una sonrisa falsa.

-¿De cuándo acá los amigos se lastiman a golpes?-mencioné los recuerdos de su agresión hacía mi.

Un silencio llenó la habitación, ninguno se dignó a hablar hasta que YoonGi pensó en su respuesta o eso quiero pensar.

-Entonces. ¿No somos nada?

-¿Tengo que responder eso?

-Entonces no lo somos. -dijo dando el último suspiro de mal humor, se acomodó en el sillón y cruzó los brazos. Su mirada no indicaba a nada, estaba perdida.

-Piénsalo. -Hablé y prestó atención- Si no fuéramos nada, no me hubiera preocupado por ir a ver a tu abuela. -suspire mientras mi voz se quebraba aún más- Si no fuéramos nada ¿Qué estarías haciendo aquí? Dudo que estés aquí como un compañero de escuela, o por servicio a la comunidad.

-Estoy aquí porque me preocupo por ti. ¿Entiendes?

-Ahí está. Has respondido tu propia pregunta y mía.

-¿De qué hablas..-prestó atención mirándome a los ojos.

-Te preocupas por mi. Queda claro que somos más que conocidos. -dije volteandome para que no viera gesto triste- Pero..

-¿Pero?

-Si es cierta tu preocupación, no debería recibir golpes tuyos.

-¿Y tu porqué crees que eh dejado de hacerlo? -se levantó del sofá y se dirigió hacía mi.

Sentí detrás mío la temperatura fría que emana del cuerpo de Min YoonGi. Me estaba abrazando por la espalda, no podía contenerme, eso era mucho para mi.. sentirlo cerca no es bueno.

-Entonces, Min YoonGi declara ser tu amigo. -susurró en mi oido, haciendo estremecer mi cuerpo, hasta el último rincón el este.

Estaba poseída por la ronca y gruesa voz de este hombre perfecto.

Para ser franca, me embriagaba tanto su aroma que no recuerdo si aún respiraba.
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YoonGi, cada que respiro cerca tuyo es agradable, tanto que pensaría que es inexistente tu aroma el cual me encanta.