Sin cuidado.

4.7K 427 24
                                    

Sin pensarlo más, ganó el sueño y quedé dormida nuevamente en los brazos de YoonGi.
Sentía mi respiración en su pecho, Yo sentí sus dos brazos Enredados en mi.

Abrí los ojos y voltee mi adormilada vista a YoonGi, el también había despertado justo en ese momento.

Sonrió -Buen día.

Me quedé callada y miré la venta. -¿Días? Dirás tardes.

Al intentar levantarme, me percaté de mi pierna encimada en YoonGi. Ambos nos mirados por lo sucedido y reímos.

Después de levantarnos YoonGi se ofreció a invitarme el desayuno después de vestirse y arreglarse para salir.

-No es necesario.

-Venga que sólo será un desayuno.

Me detuve a pensarlo. ¿Estaría bien?

-Estás lastimado de tu cabeza, ¿Cómo sería posible salir a deayunar con tu lesión? Los doctores no nos dejarían.

-Niña..-Contestó desordenando mi cabello- ¿Eres tan inocente o sólo finges?

-Lo finjo, obvio. -contesté llena de sarcasmo.

Sonrió y ladeo su cabeza, Joder que tierno. -Entonces vamos.

Acepté, quería saber que plan tenía éste hombre.

Un cubrebocas para ambos bastó para que nuestro plan funcionara o eso pensamos.

Ya saliendo, escuchamos a alguien cerca nuestro.

-¿Min YoonGi? -Si, era la enfermera.

Ambos nos miramos aterrados de que nos impidiera salir.

-¡Si! ¡Es El señor Min! -Gritó sorprendida.

-¡Corre! -Gritó YoonGi tomando mi mano.

Ambos, con toda la velocidad que se nos hacía posible tener, corrimos hasta alejarnos de el hospital mientras que la enfermera gritaba para que nos detuvieran. Aunque no le resultó. Tres Doctores venían tras nosotros.

Llegando a un punto que YoonGi hizo detenernos, Recuperamos la respiración apoyando las manos en las piernas.
Ambos nos miramos y nos desatamos a reír.

-Ya no viene nadie. -Soltó volteando por todos lados.

-¿Quién? -Preguntó alguien por lo que volteamos.

Uno de los doctores nos había alcanzado. Estaba de igual manera cansado.

-Devuelta al hospital. ¡Deprisa!

[...]

-Está caliente cuidado. -Me advirtió soplando a mi comida.

Lo miré. Se veía adorable.

-¿Qué tanto vez? ¿Tengo un moco?

Reí. -Tonto.

-Perdón. Quería llevarte a un lugar con buena comida.

-Sin cuidado. -sonreí y golpee su hombro- me gusta el ramen.

Así es. Terminamos comiendo ramen en la habitación del hospital. ¿Hay algo más romántico?

Chico Malo; mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora