Capítulo 14.

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Jeff llevaba dos días en mi departamento no me quejo adoro su compañía pasando tiempo de hermanos aunque Maria está triste por la pelea pero no quería meterme es ese asunto padre - hijo, ellos mismos debían solucionarlo. Adam y yo también tuvimos la misma pelea años atrás con papá porque solo quiere que estudiemos administración y así continuar con el legado familiar, mi hermano mayor solo desistió unos días hasta que cedió en mi caso fue bastante complicado porque solo quería dedicarme a la danza pero tuve su completa negativa para no seguir generando más problemas empecé a estudiar ambas carreras en simultáneo, no me arrepiento de haberlo echo porque esto me sirvió para poder fundar la fundación y las academias de danza pero mi hermano menor es el más terco de los Miller se niega absolutamente en hacerlo porque desea estudiar medicina en verdad me sorprendió pero luego le mostré mi total apoyo para que cumpla su deseo y que no se preocupe que si nuestro padre no lo ayuda en lo económico yo misma iba a solventar todos sus gastos para sus estudios.

Hoy debía ir a la clínica por un control de mi lesión esto significaba ver a William, no sabia como nos íbamos a tratar solo salí con la esperanza de que todo iba a estar bien, tomé el primer taxi y sin darme cuenta ya me encontraba esperando a que diga mi nombre.

- Miller - dijo su voz que erizo toda mi piel a escucharlo.

Camine hasta la puerta que se encontraba abierta un poco nerviosa ahí se encontraba con su típica bata de médico  esperando con una impecable sonrisa, no sabíamos como saludarnos hasta que me abrazo fue tan reconfortante estar en sus brazos de nuevo.

- Hola Dr. Meyer - lo saludo me mira mal. - Hola William - digo con una sonrisa.

- Hola Ally - se me queda mirando. - ¿Cómo esta tu tobillo? - pregunta rascando su nuca esta nervioso.

- Creo que mejor - contesto encogiendo mis hombros.

- Veamos si eso es cierto - hace señas con su cabeza para que vaya a la camilla, me acomodo ante su atenta mirada se ubica en su lugar y hace su trabajo moviendo para todos lados mi tobillo por suerte no sentía ningún dolor eso significa que me estoy recuperando ya no veo la hora de volver a pisar un escenario.

- Está muy bien, todavía no voy a darte el alta ¿comenzaste a entrenar? - niego - entonces es hora que pruebes la resistencia del tobillo sin dolor y con mínimas exigencias - acota sin apartar su intensa mirada de mis ojos.

- Todavía no tuve tiempo de entrenar pero a partir de mañana prometo comenzar con leves movimientos -

- Mientras sigas mis indicaciones todo evolucionará mejor - me ayuda a bajar de la camilla y nuestros cuerpos quedan pegados mientras nos miramos fijamente a los ojos. - Ally - susurra acariciando mi mejilla, cierro los ojos al sentirlo tan cerca.

Sin pensarlo engancho mis manos en su nuca y lo atraigo a mis labios, nuestras bocas se mueven en una completa sincronía, un beso muy extraño pero sumamente mágico, es único este momento volver a sentir la calidez de sus labios sobre los míos, el cuerpo tiene memoria y los nuestros emanaban demasiada energía, comenzó a tornarse más salvaje y apasionado vuelve acomodarme en la camilla y él sobre mi cuerpo sin cortar nuestro beso solo respirábamos con el minino de aire, nos separamos para vernos para aceptar que era real al verlo con su pelo alborotado y sus labios hinchados sonreímos como dos tontos y volvió a besarme sin importar nada hasta que insistentes golpes en la puerta nos obligan a separarnos, bufo molesto y dejó un casto beso en mis labios para bajarse y acomodar un poco su aspecto también aproveche el momento para hacer lo mismo, por dios estamos en su consultorio que vergüenza!!

Una indiscreta enfermera que tendría la misma edad que la mía entró inspeccionando todo el lugar para dedicarme una mirada de desprecio ¿qué  onda?

PERDIDA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora