PERDIDA.

Epílogo.

Han pasado tres años desde ese día en que William se jugo todo para pedirme matrimonio también se cumplen dos años que oficialmente somos marido y mujer actualmente vivimos en Moscú, él encontró un gran trabajo en uno de los hospitales más prestigiosos de la ciudad, nuestra familia sigue viviendo en Londres, Adam y Olivia tiene un hermoso niño de tres años llamado Anthony y están a cargo de la empresa familiar, mi pequeño hermano menor Jeff esta en su tercer año de medicina en Oxford es un completo mujeriego pero es joven y me encanta verlo feliz disfrutando su vida, mi papá y Maria se dedican a viajar por el mundo y de disfrutar de sus nietos, mi mamá lamentablemente falleció luego de una larga lucha contra el cáncer se la extraña bastante nos volvimos muy cercanas este último tiempo.

Acosté a mi pequeña beba de tan solo tres meses en su cunita y la contemplaba dormir a mi niña, la luz de mis ojos es Katherine Meyer siento unos brazos que envuelven mi cintura y beso en mi hombro.

- Hola mi amor! - susurra mi querido esposo. - ¿Cómo se porto la princesa? - inquiere mirando con mucho amor a nuestra hija, es un padre super baboso.

Giré para mirarlo a los ojos y lo abrazo. - Bien como siempre ¿cómo fue tu día? - 

- Tranquilo, normal ... extrañe mucho a mis mujeres contaba las hora para verlas - suspira cansado. - ¿Tu día? -

- Eric vino ayudar en mi entrenamiento - sonrío feliz siempre contaba con mi mejor amigo, ahora ya no era un empedernido soltero estaba de novio con una gran chica que conoció en una de nuestras fundaciones esta super enamorado y a nada de pedirle matrimonio. - quiero volver a los escenarios pronto - hago un mohin llevaba bastante tiempo sin bailar porque tuve un embarazo muy complicado donde debía cuidarme mucho. - Luego llego Andrey a almorzar y hablamos un poco de trabajo - termino de contarle mi completo día, mi otro amigo encontró a la amor de su vida y era su secretaria se casaron y esperaban su primer hijo; los tres crecimos habíamos cambiado las noches de fiestas por noches de cenas con nuestras parejas pero seguíamos unidos siempre siendo el apoyo para el otro.

- Día tranquilo - bromea y besa mis labios con ternura. - Feliz aniversario! - susurra con una gran sonrisa.

- Bobo! pensé que te había olvidado - sonrío como siempre super enamorada de ese hombre.

- Nunca! - desprevenida me carga en sus brazos y ahogo un grito de sorpresa para no despertar a nuestra pequeña hija.

Salimos rumbo a nuestra habitación sin hacer ruido nos tiramos en la cama y no tardamos mucho en abrazarnos disfrutando este momento junto y mucho más  enamorados.

- Te amo tanto William! - digo al mirarlo a los ojos este hombre es el amor de mi vida desde los 15 años y ahora 14 años después con una larga historia de por medio  lo seguía siendo.

- Yo te amo mucho más Ally, las amo a las dos! - dice con un brillo en sus ojos era difícil de explicar lo importante que es en mi vida, lo feliz que me hace todos los días, estoy enamorada de él y de nuestra pequeña hija aunque siempre recordaría a Dylan que sería un angelito en el cielo que nos cuida.

Como una vez leí enamorarse es de locos quién hoy te llena de alegría un día te saca lágrimas pero no importa, te arriesgas una y mil veces porque así es el amor y vale la pena sentirlo ... las despedidas duelen, te rompen, te hacen extrañar y llorar pero al final te repones no hay amores perfectos ni amores que duren para siempre lo único que queda es ser feliz por un momento y disfrutar de cada instante hay personas que no quieres olvidar y otras que no quieres recordar pero todos han marcado tu historia, agradece las vivencias aprende de ellas y sigue amando.