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El brindis estaba llegando a su fin, solo faltaban las palabras de Austin y podían continuar la celebración, pero por el momento todo el mundo reía ante las ocurrencias de Brad, el padrino, quién tenía el turno de hablar y la completa atención de los presentes por su divertido discurso.

- Escuchen, ellos realmente están enamorados, y eso es... Aburrido. Se han amado por años. ¡¡¡AÑOS!!!
Años en los que han visto grandes cantidades de drogas consumirse. Y mucho sexo que he disfrutado yo. Ellos se quedan en casa siempre. Han sido como una pareja casada desde hace mucho y... Se casaron. Así que antes de hacer lo necesario como padrino y acostarme con la madrina... - Dijo mirando hacia la mesa que compartían Ally, Normani y Dinah. - Ella sabe quién es. - Susurró en tono juguetón al micrófono y soltó un guiño a las chicas que solo rieron sin humor mientras volvía a hablar. - Quisiera hacer un brindis por Mila y Austin. Que envejezcan juntos, compartiendo la misma almohada. ¡Por Camila y Austin!. - Dijo Brad levantando su copa mientras los presentes gritaban al unísono "¡Salud!".

- ¡Oh! Y ahora, esto es importante. Algunos dicen que la razón por la que tardaron tanto para casarse era el miedo de tener que hablar. Pero ahora lo hará, aunque no esté seguro de hacerlo mejor que yo. Sé que él hará lo posible, así que les pido un aplauso para... ¡AUSTIN!.

Austin se quedó inmóvil en su asiento mirando hacia la nada, todo el mundo le aplaudía y Camila lo sacó de su trance con un ligero apretón de manos debajo de la mesa. Austin tomó rápido su copa y bebió todo el contenido hasta el fondo. Lentamente se levantó de la silla y aclaró su garganta para poder hablar.

- Ehm... Ho... Hola... - De pronto el silencio fue total y eso puso aún mas nervioso a Austin que tenía la mente en blanco. Camila notó su nerviosismo, se puso de pié junto al chico y comenzó a hablar por él.

- Hola a todos, soy Austin y bienvenidos a mi boda. - Dijo Camila ganando las risas de todos. - Me alegra que estén aquí mirándome, porque quiero que sepan cuanto amo a Camila, lo maravillosa, increíble y fantástica persona que es. - Los presentes volvieron a reí, Camila hizo una pausa y preguntó.- ¿Quieres continuar, cariño?.

- No, cielo, tu lo haces perfecto, yo solo me sentaré.

- Entonces... Ahora soy yo. Toda mi vida he esperado este día y me alegra demasiado compartirlo con tantas personas queridas. Y algunas que no conocía, pero estoy segura de que son geniales. Siento que conozco a Austin de toda mi vida y sé que lo conoceré por el resto de ella. Es mi mejor amigo. Dicen que los cuentos tienen finales felices aunque a veces es difícil. Pero Austin y yo primero fuimos amigos, luego amantes, y siempre ha sido fantástico. Tal vez es mejor un cuento así. - Camila tomó su copa y los invitados se pusieron de pié haciendo lo mismo. - No haremos un brindis pero, si todos nos desean suerte, Austin y yo se los agradeceremos mucho. ¿Listos?. - Todos comenzaba a levantar sus copas. - A la cuenta de tres. "1, 2, 3". - Dijo Camila y el lugar se llenó de los gritos de los presentes que gritaban al unísono un...

¡¡¡BUENA SUERTE!!!

~🌹~

Lauren POV.

Después del brindis en la boda de la linda chica de los ojos marrones decidí irme, mi labor había terminado desde antes de que la cena empezara, pero me insistieron con la comida y mi estómago me obligó a quedarme. Por alguna razón mi mente estaba torturandome, ya que en lo único que pude pensar todo ese tiempo fue en la hermosa chica vestida de novia.

Estaba mal, pero no podía evitarlo, mis pensamientos eran más fuertes que yo y eso simplemente me estaba desgastado. Recordé la propuesta que mi amiga Verónica me había hecho antes de que yo me encaminara a la dichosa boda. Realmente agradezco que Vero me hubiera invitado, justo ahora era lo que más necesitaba.

Rosas Rojas | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora