XIX

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Camila POV.

Después de casi 15 minutos de viaje en la motocicleta de Lauren llegamos a tiempo al estadio dónde jugaría uno de mis equipos favoritos. Inter de Miami contra Rayo Oklahoma City, sin duda éste sería un buen partido. Llegamos, pasamos por los filtros de seguridad del estádio, entregamos los boletos y pasamos a las gradas detrás de una de las porterías. Para nuestra mala suerte justo dónde se encontraba la mayoría de la afición del Rayo, casi a nivel de campo. Lo gracioso de ésto, es que literalmente yo era la única que iba con la camiseta del Inter entre toda la gente del Rayo, yo sinceramente no me preocupaba pero Lauren estaba casi muerta de miedo ya que absolutamente todas las miradas estaban sobre nosotras dos.

Luego de un par de minutos, Lauren no soportó la presión y salió casi corriendo por unas cervezas y algo de comer. Dijo que si se mantenía distraída comiendo se olvidaría de que estábamos rodeadas por casi doscientos aficionados del equipo contrario que probablemente nos matarían si festejabamos los goles de mi equipo.

Poco después empezó el partido. Estábamos por el minuto 40, el marcador en ceros, los 22 jugadores haciendo un buen trabajo con los constantes ataques y atajadas. Y yo, bueno, yo estaba alterada como el carajo porque la dupla ofensiva del Inter en los últimos 15 minutos estaban jugando como verdaderos troncos y Lauren solo se reía de mis gritos e insultos atrayendo la atención de los demás aficionados, aunque no me importaba en absoluto.

De un momento a otro surgió un saque de banda a favor del Rayo bastante peligroso cerca del área y uno de los defensas lo contrarrestó de un fuerte cabezazo, mandando el balón a medio campo llegando a los pies del delantero que portaba el 9 en su espalda. Hizo un par de regates, pequeños cambios de velocidad y una pared que le fué devuelta de inmediato que lo ayudó a liberarse de la marca, hasta que quedó cara a cara con el último defensa al cuál casi le partió la cintura con aquél caño, justo cuando iba sólo intentó lucirse elevando el balón para que éste pasara por arriba del arquero. Desafortunadamente definió tan feo que el balón terminó golpeando el travesaño y todo el mundo enloqueció.

- ¡¡¡JODER, NO!!! ¿¡PORQUÉ HACES ÉSO, CARAJO!? ¡¡¡EXISTEN LOS CAÑOS HOMBRE!!! ¡¡¡ERES UN INÚTIL!!! - Casi se me revienta la garganta por lo fuerte que grité.

Todo el mundo se relajó cuando el Rayo despejó el balón del area y salió de nuevo por la banda. Solté un suspiro y me dejé caer en mi aciento con frustración, lo que hizo reír a Lauren mientras ocupaba su lugar junto a mí.

- ¡Hey Camz! Tranquila, ésta es sólo una de muchas jugadas peligrosas que harán, ya verás que la siguiente es la del gol. - Dijo Lauren con una sonrisa mientras me abrazaba por los hombros.

Mi corazón se aceleró cuando escuché ese bonito apodo y mi mirada se fijó en su linda sonrisa. Intenté calmar los latidos fuertes de mi corazón para poder hablar y seguir aparentemente "enojada".

- Lo sé, pero ese jugador siempre hace lo mismo, todo lo hace perfecto pero cuando llega el momento de anotar lo arruina. - Respondí con simpleza y Lauren volvió a reír.

- Ya me dí cuenta. Tienes razón de que és un inútil. Pero oye, también me dí cuenta de otra cosa. - Dijo y se levantó de su aciento para recargarse en el barandal de protección.

- ¿De qué?. - También me levanté y me sitúe a su lado.

- De que eres bastante aguda cuando gritas. - Respondió con simpleza mirando hacia el campo de juego.

- ¡Hey! ¿Me estás diciendo que no sé gritar?. - Pregunté fingiendo estar indignada haciendo que volteara rápidamente a verme.

- ¡Oh no! No me mal entiendas, no quise decir eso. - Dijo con su carita llena de preocupación. - Me refiero a que tu grito sale muy forzado y agudo. Así que si no quieres terminar afónica deberías hacerlo con potencia, sólo tienes que proyectarlo.

Rosas Rojas | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora