Rosas Rojas | Camren

XVIII

Lauren POV.

Después de la llamada de Camila no pude volver a dormir a pesar de ser tan temprano. Simplemente me la pasé tirada en mi cama, mirando hacia el techo e imaginando mi día con ella, a dónde la llevaría después de el partido o si debía invitarla a mi departamento a cenar o a beber algo, pero recordé que mi mamá seguía durmiendo en la otra habitación y sería incómodo que cuando traiga a Camila, mi madre nos vea y se confunda pensando que es mi novia, lo cuál no sería tan malo para mí, pero talvez sí para Camila.

Hubiera seguido ideando mis planes de mi día con Camila pero mi madre interrumpió cuando casi tira mi puerta a golpes.

- ¡LAUREN, CARAJO! ¡YA LEVÁNTATE! - Gritaba mi mami desde el otro lado de la puerta.

- ¡SON LAS 7:00 DE LA MAÑANA! ¿¡QUE RAYOS QUIERES DE MÍ, MUJER!?. - Grité mientras me levantaba de mi cama para abrirle la puerta a mi madre.

- ¡NO ME HABLES ASÍ MICHELLE! - Mi madre me golpeó en la cabeza con su mano mientras entraba en mi habitación y se abría paso hasta mi cama.

- ¡AUCH! Perdón mamá, estaba dormida y sabes que detesto que me despierten con ruido. - Mentí. - En fin. ¿Que sucede? ¿Porqué me despiertas tan temprano?. - Dije sentándome a su lado en mi cama.

- Tengo hambre, Lolo. Salgamos a desayunar y tú pagas. Además no quiero estár en casa, necesito distraerme. Te espero en la sala, nos vamos en 10 minutos, apúrate. - Simplemente dijo aquello y salió de mi habitación. Todo pasó tan rápido que mi cerebro tardó varios segundos en procesarlo.

Afortunadamente pude entender lo que dijo mi mamá cayendo en cuenta de qué día era hoy. Así que corrí a ducharme y a los 10 minutos exactos ya estaba lista junto a mi madre saliendo de mi departamento en camino a algún restaurante cercano para desayunar.

Media hora después, salimos del restaurante y pasé a dejar a mi madre al departamento porque había recibido algunas llamadas de clientes preguntando por precios de los arreglos florales, así que luego de llevar a mi mamá salí casi volando hasta mi tienda para empezar con los pedidos que, para mi suerte tuve que llevarlos yo misma, conduciendo mi motocicleta durante casi una hora bajo el terrible calor del mediodía, pero la mejor parte de hacer entregas era el dinero extra.

Volví a casa cerca de las 2:00 pm. Excelente hora como para darme un buen baño, elegir mi ropa, prepararme mentalmente para ésta noche y preparar el discurso que le daré a mi madre para que deje de emocionarse cada vez que salgo a algún lado.

Pero antes que nada debía comer algo, lo malo era que mi madre no estaba en casa, había salido con una de mis tías a dar un paseo y tardaría cerca de un par de horas o eso decía la nota que dejó en la mesa, y eso significaba que yo tendría que alimentarme sola.

Después de comer, me duche y me dispuse a cambiarme, lo malo era que no sabía qué ponerme. Iría a un estadio de futbol, tenía que mezclarme con la afición, pero a decir verdad yo no era aficionada a ninguno de los equipos que jugarían hoy, me gustaba el futbol, pero yo estaba enamorada de los equipos europeos.

En fin, después de darle casi diez vueltas a mi guardarropa me decidí por lo más "apropiado" para la situación, unos jeans azules y mi jersey de la selección de USA, una chaqueta gris de deporte y mis van's negras. Cepillé mi cabello un poco, me maquillé ligeramente, me puse mi perfume favorito y ya estaba lista.

Estaba a punto de salir a la terraza para fumar un cigarrillo y matar algo tiempo hasta que tuviera que irme pero por instinto volteé a mirar al reloj de mi pared y los nervios me tomaron por sorpresa.

¡Joder! Ya eran las 5:50 pm. ¿Cómo mierda tardé tanto?.

Intenté tranquilizarme y tomé lo necesario para ésta noche, dinero, teléfono, cigarrillos y mi chaqueta de cuero por si hacía frío más tarde. Salí de mi habitación y corrí hacia la entrada de mi departamento tomando mi llaves antes de irme, pero me detuve de golpe cuando mi madre me empujó de nuevo hacia adentro.