Mi Salvación #2

Capítulo 01. |Una nueva Leah.

Leah.

Beverly Hills, Estados Unidos.

No sé si son los días, o las semanas o simplemente el año que se termina, pero yo siento como si todo el universo se hubiera detenido para mí y que ya nada importaba. El sol sale y en un pestañear de ojos la noche llega, y yo sigo encerrada en mi habitación desde aquel día, desde aquella noche, desde aquella maldita noche en que mi mundo se vino abajo.

Cuando te rompen el corazón en millones de pedazos es difícil que vuelva a recuperarse, pero cuando te rompen el alma como me pasó a mí, resulta que la cosa es distinta. Ahí, el daño es irreparable. Comencemos por como ha sido mi vida en estas dos última semanas. Sí, dos semanas han pasado de aquello, y yo sigo como si hubiese sido ayer.

No salgo de mi habitación desde aquel día. Mamá tiene que luchar fuertemente conmigo para que pruebe bocado de comida. Estoy más flaca de lo normal y ya siento mis huesos romperse cada que camino. Mis padres saben que terminé con Aaron, pero no saben el motivo real. Por más que diga odiarlo yo no puedo meterlo en problemas, no en más. Sé perfectamente que si mi padre sabe la verdadera razón es capaz de meter a Aaron a la cárcel, y yo no quiero eso. Así que simplemente dije que terminamos por que ya no había amor de su parte, por que si decía que era del mío, no iban a creerme.

Lexie es otro caso aparte. Ha intentado acercarse a mí de todas las maneras posibles y yo se lo he negado. No quiero verla, no quiero tener nada que ver con ella, es mi hermana, lo sabía y me lo ocultó. Y aunque no esté dentro de esa pandilla, está muy involucrada y para mí es lo mismo. Toca mi puerta cada mañana intentando que le responda, yo sólo la escucho y guardo silencio.

Estoy ausente en el trabajo desde aquella noche. Llamé al Doctor Walter, que siendo mi jefe y mi suegro a la vez, ahora pasó a ser sólo mi jefe. Le dije que necesitaba unos días de descanso y que me había ido de vacaciones a casa de mis abuelos en Texas. Es una mentirilla, por que no he salido ni al jardín de la casa. Lo malo es que esos días se convirtieron en semanas, y es como ya tiempo de regresar. No quiero hacerlo, no podría ver a Alice ni a Madison, me dolería muchísimo. Ellas han intentado buscarme, llamarme y mi respuesta siempre ha sido silencio, no quiero nada de ellas.

A los únicos que he dejado que se acerquen son a Jeff y a Hailey y han estado conmigo día y noche. Ellos saben la verdad, la verdadera razón de nuestro rompimiento, porque ni siquiera con Darren puedo hacerlo, ya él también lo sabía. Y aunque está enterado que Aaron y yo rompimos, no lo he visto en la puerta de mi casa buscándome, y sé porqué es. Darren sabe que lo conozco como la palma de mi mano, y muy en lo profundo, sabe que estoy enterada que él lo sabía todo y no me dijo nada.

Aaron, que decir de él. No, no ha vuelto a buscarme, no ha vuelto a intentar hablarme por que la última vez que lo hicimos sé que le quedó totalmente claro que no lo quiero en mi vida. Aaron Walter puede ser muy testarudo, pero creyó en mis palabras y no va a volver a buscarme. Duele, por supuesto que duele. Es como si te arrancaran el corazón del pecho a sangre fría, y luego lo destruyeran con sus propias manos. Yo lo amaba, y ahora no sé que hacer con todo esto.

Estoy en estado neutro. Es como si supiera que estoy viva porque respiro, pero no porque me siento así. Todas mis relaciones anteriores fueron un fracaso total, así que no debería contarlas como tal. Hasta Aaron, sólo hasta él. Nunca había sentido la necesidad de amar a alguien a tal punto de entregarle todo de mí. Lo di todo, todo por él y me mintió, cuando sabía perfectamente que odiaba las mentiras. Él también era consciente de qué esa verdad iba a matarme, y cuanta razón tenía.