Leah.
Aaron llegó tan inesperado de la nada y me besó de la misma manera. Al principio intenté liberarme, pero luego admito que no pude resistirme más, trepé mis brazos al rededor de su cuello y continue el beso como es debido. Yo fui la primera en separarme y nuestras respiraciones eran el sonido que nos rodeaba. Nuestros ojos no se apartaban del otro y yo no sabía que decir o que hacer, estoy en estado de demencia total.
—¿Qué se supone que es esto? ¿Qué haces aquí Aaron?
Mi voz era poco audible y no puedo negar que ese beso me dejó algo tonta.
—Él que va a ser las preguntas ahora soy yo Leah. —Dice en tono severo. Ah, ¿Y ahora qué?—¿Cómo es que te vas de Beverly Hills así como si nada?
Ah, es eso. Ruedo los ojos una vez más, ya esto lo veía venir. ¿Cómo es que no puedo hacer alguna cosa sin que este hombre termine enterándose?
—¿Será que Lexie alguna vez va a cerrar la boca?—Suspiro. —Sí, me voy y eso no es asunto tuyo ni de nadie Aaron, así que por favor no te metas.
Intento dar un paso y él me frena con sus manos en mi cintura. Al ver que no me siento cómoda con ese gesto me suelta.
—No me digas que no es asunto mío cuando sabes de sobra que es todo por mi culpa. —Él comienza a negar. —Leah, te vas del país por que te resulta asqueroso tener que verme a cada instante. Reconócelo.
Me quedo mirándolo unos segundos y siento como se forma un nudo en mi garganta. ¿Cómo él puede pensar eso? ¿Asco? No, jamás. Lo que siento es desesperación, rabia, dolor, y saber que cada vez que lo vea voy a sentirme de esta manera me vuelve loca.
—No es así. —Suelto y su rostro que estaba fruncido ahora me mira esperando una respuesta. —Aaron, entiéndeme. No puedo seguir en la ciudad después de todo esto, yo necesito un tiempo para olvidar, yo necesito alejarme y es una buena oportunidad, así que por favor te pido que no interfieras y que aceptes mi decisión.
—¿Cómo me puedes pedir eso? Leah, ya con perderte es más que suficiente, y ahora tener que ver como te vas del país y te alejas sin más, me termina de matar. —Él aprieta los puños a ambos lados de su cintura y baja la mirada. —Hace unos minutos acabamos de enterrar a Paul.
¿Qué?
Frunzo el ceño totalmente confundida sin lograr entender. ¿Paul? ¿Su amigo Paul?
—¿Paul? ¿Tu amigo? ¿Qué sucedió con él?—Pregunto alarmada.
—Lo mataron con una bala en la garganta. —Suspiró con tristeza. —Anoche nos llevaron su cuerpo al almacén.
Por almacén supongo que es el lugar donde él y su pandilla se reúnen. Que difícil es esto.
—Dios mío. —Susurro con horror. —Yo...lo siento mucho.
Él me mira.
—¿Ves lo que significa? Acabo de perder a uno de mis amigos, y en realidad a quien querían matar era a Matt. Estoy frustrado, estoy desesperado, y siento la necesidad de protegerlos a todos, y tú estás pensando en irte lejos y así no voy a poder tener el control para cuidarte.
—Es que yo no necesito que me cuides Aaron. ¿Cuándo vas a entender eso? Ya estoy muy grande para necesitar un guardaespaldas, me sé cuidar muy bien yo sola. Además, lo que le pasó a Paul tiene que ver con los negocios sucios que hacen tú y tu manada de amigos, así que a mí no me involucres en eso porque yo no tengo nada que ver con sus juegos sucios.
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Mi Salvación #2
RomanceSEGUNDO LIBRO DE LA SAGA MI ASESINO FAVORITO. Leah descubrió la verdad que Aaron tanto quiso ocultarle y de una manera totalmente difícil de olvidar. Ella cree que ha sido su final y él asegura que ella es su perdición. Una tragedia vuelve a unirlos...