Capítulo 10.|Secuencia.

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Aaron.

¿Realmente esto está pasando? ¿Leah está aquí o es algún tipo de reflejo? ¡Dios mío, en realidad está aquí! En el almacén, lugar que guarda todos mis secretos más retorcidos y ella está aquí, pisando este terreno donde nunca pensé que estaría.

Ella estaba mirándome con temor y es que sé que estar aquí para ella es demasiado. Los chicos murmuran a nuestras espaldas y yo salgo de mi trance.

—Vamos a un lugar más privado. —Le extiendo la mano de manera inconsciente.

Ella la observa unos segundos y la toma, mandando cientos de descargas a todo mi cuerpo. Doy la vuelta y veo que todos nos observan.

—Estaré en la habitación, ustedes continúen con el trabajo.

Ellos asintieron y yo caminé con Leah hasta la pequeña habitación que contiene el almacén. Aún con su mano sujeta a la mía podía sentir sus nervios palpitar. Abro la puerta y dejo que ella pase primero para luego cerrarla. Ambos bajamos la mirada a nuestras manos y como un momento incómodo nos soltamos.

¿De verdad ella está aquí?

El silencio se formó y era de esperarse. Le supliqué tanto por este momento y ahora que tengo la oportunidad de contarle como son las cosas las palabras no quieren salir de mi boca. Ella no sabe que decir al igual que yo y el silencio sigue en el ambiente.

Camino hacia la cama y me siento en la orilla.

—No voy a negarte que estoy muy sorprendido de que hayas decidido escucharme y mucho más de que hayas venido al almacén. —La miro con el ceño fruncido. —¿Cómo supiste llegar?

La veo tragar porque tal vez se le haya formado un nudo en la garganta. Ella se abraza a sí misma con sus brazos y me mira a los ojos. Esos ojos que desde la primera vez que los vi me han dejado totalmente obsesionado.

—Hailey me mandó la dirección. —Dice en un pequeño susurro. —Ella insistió en que te buscara y yo entendí que debía hacerlo, al menos antes de irme me di cuenta que necesitaba escucharte.

Asiento despacio y aprieto el colchón a ambos lados tratando de controlarme.

—Pensé que sería más sencillo, pero tenerte aquí me tiene muy nervioso. Nunca pensé que te vería en este lugar.

Ella camina por el pequeño espacio observando la habitación.

—No me esperé que fuera así. Es algo muy bonito realmente, no llama la atención de que sea nada de lo que realmente es por fuera, aunque supongo que esa es la táctica. Se parece mucho al almacén de Alexander en Brentwood, lo recuerdo por la noche que fui a buscar a Lexie y luego a Travis.

La escucho hablar y en lo único que pienso es en abalanzarme sobre ella y comérmela a besos, y es tan frustrante porque sé que no voy a poder hacerlo.

Ella voltea a verme.

—Aaron, estoy aquí porque quiero escucharte, porque necesito saber todo esto, ya no puedo resistirme por más tiempo. Y sé que es tarde, pero me dijiste que cuando estuviera lista podía buscarte.

La miro con intensidad, porque por más que quiera ser malo con ella, cuando la tengo cerca es difícil actuar.

—Te recomiendo que te sientes, es una historia un poco larga.

Ella camina hasta el otro extremo de la cama y se sienta en la orilla igual que yo y voltea a verme.

—Bien, tengo todo el tiempo del mundo para escucharte. Estoy lista.

Mi Salvación #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora