Arthur.
Toda esta situación con Ellen me tiene consternado, abrumado y preocupado. Su estado actual es abrumador y no puedo entender como demonios Frederick le hizo esto. Ellen tiene varias costillas rotas, por no decir todas. Su ojo izquierdo está realmente magullado y hemos tenido que operarle. Algunos órganos internos también han sido afectados y tuvimos que llevarla a cirugía. En pocas palabras, esos golpes que recibió fueron para matarla, es un milagro que Ellen aún esté viva.
Ellen y Rick siempre han sido mis vecinos, desde hace varios años, creo que desde el principio de que me casé con Amelia y compramos la casa, pero nunca había escuchado ningún tipo de maltrato físico de Rick hacia ella, pero me estoy dando cuenta que Ellen me lo ocultó para que no interviniera, porque quizás, todo ese maltrato fue por nuestra culpa. Aunque no se justifica ningún tipo de maltrato, pero supongo que Rick nunca perdonó lo ocurrido.
Ellen ya se encuentra en una habitación de reposo. Su estado físico es un tanto perturbador, pero tengo fe en que va a recuperarse. Camino hacia recepción cuando me encuentro con una imagen especial. Aaron y Alexander se encuentran dormidos en el sillón de la sala de espera. Es una imagen digna de ver, dos personas que por mucho tiempo han estado llevándose de lo peor, hoy están más unidos que nunca. Mis hijos, no quiero imaginarme como Aaron tomaría una noticia así. Camino hacia ellos despacio y Aaron parece notar mi presencia porque abre los ojos, suelta un suspiro y se pone de pie caminando hacia mí.
—Papá. —Murmura él con voz ronca y el rostro todo agotado.
—¿Tú y Alexander han pasado la noche en el sillón?—Pregunto despacio.
Él se pasa la mano por la nuca y voltea a ver a Alexander que aún se encuentra profundamente dormido a pesar de todo el ruido que hay alrededor.
Aaron asiente.
—Sí.—Dice y suspira. —Se pasó de tragos a noche y no podía dejarlo solo. En la madrugada quiso quedarse aquí para estar cerca de Ellen.
Entro mis manos en los bolsillos delanteros de mi bata de médico y asiento.
—Me alegra ver que la amistad de ambos está volviendo a ser como antes. —Pongo una de mis manos en su hombro. —Él necesita mucho de ti en estos momentos, sé que él sigue considerándote su mejor amigo.
Aaron hace el intento de una sonrisa y pasa sus manos por su pelo desordenado.
—¿Cómo sigue Ellen? ¿Va a recuperarse del todo?
Muerdo mi labio inferior y suelto un suspiro.
—Se está recuperando con lentitud, pero va a mejorar con el tiempo. Lo importante es que está viva gracias a ti, a Leah y a ese muchacho.
—Rick es un demente. Tenías que haberlo visto papá. Te juro que quería matarlo cuando lo vi golpeando a Ellen de esa forma. Me controlé porque Leah estaba ahí, pero no sé que le hubiera hecho.
Me contengo en no soltar todas las malas palabrotas que quisiera decir. Miro a Alexander que aún se encuentra dormido y vuelvo mi vista a Aaron.
—Ni siquiera quiero pensar en eso hijo, de solo ver a Ellen me puedo hacer una idea. —Suspiro.—¿Está en la comisaría verdad?
—Sí. Lo tienen detenido mientras esperan a su dichoso abogado. No puedo esperar a que le den por lo menos diez años de cárcel.
Suspiro y muerdo mi labio inferior.
—Vamos a confiar en la justicia.
—¿Le darán de alta pronto?–Me pregunta y vemos cómo Alexander abre los ojos y nos localiza hablando cerca de él.
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Mi Salvación #2
RomanceSEGUNDO LIBRO DE LA SAGA MI ASESINO FAVORITO. Leah descubrió la verdad que Aaron tanto quiso ocultarle y de una manera totalmente difícil de olvidar. Ella cree que ha sido su final y él asegura que ella es su perdición. Una tragedia vuelve a unirlos...