Mi Salvación #2

Capítulo 06. |El famoso Ethan.

Aaron.

Me quedé toda la noche pensando en Leah y en su llamada. Estoy totalmente seguro que era ella porque el corazón se me detuvo por unos segundos, juré que había recapacitado y que iba a escucharme, pero luego colgó y mis esperanzas se fueron por un tubo. Y aunque sabía que no iba a volver a hacerlo, dormí toda la noche con el celular a mi lado.

Nunca había insistido con una chica, y ya sé que ha quedado claro que Leah es diferente y que la amo, pero en realidad mis sentimientos por esa chica van más allá de los límites. Aún teniendo la certeza de que no va a cambiar de opinión y de que odia lo que soy y a lo que me dedico, yo sigo insistiendo como si existiera algún tipo de esperanza y es que voy a terminar estrellándome contra un muro. Leah es sin duda mi jodida perdición, pero es la única que puede salvarme de terminar siendo otra vez un caos. Bajo las escaleras de la casa y camino hacia la cocina. Mi padre baja segundos después de mí con un conjunto deportivo que me hace mirarlo divertido y con el ceño fruncido. ¿Qué hoy no trabaja?

—Buenos días hijo mío. ¿Cómo has dormido?—Me pregunta mientras camina a la cafetera y se sirve una taza de café.

Lo observo.

—Buenos días papá, no ha sido una buena noche. —Suspiro. —¿Y tú? ¿Hoy no andas con tu uniforme de médico? ¿No trabajas?

Él sonríe.

—Me di mi propio día libre, al final me lo merezco, así que me levanté con muchos deseos de correr unos cuantos kilometros. —Dice muy feliz.

—Estás muy contento esta mañana.

Él se encoge de hombros.

—Creo que la idea de no trabajar hoy me pone demasiado feliz. —Ríe. —Por cierto, tengo que hablarte sobre los resultados de los análisis de Leah.

—Claro, se me habían borrado de la cabeza. ¿Qué pasó?—Pregunto ahora con un hilo de voz.

—Puedes calmarte, Leah no está embarazada. Al parecer te había dicho la verdad.

Paso mis manos por mi rostro.

—Debe estar odiándome más de lo que ya lo hace por haber desconfiado de su palabra.

—De que está enojada lo está, al parecer le resultó muy vergonzoso que me pidieras leer los resultados personalmente a mí.

Me encojo de hombros.

—No me dejó otra opción. Leah ha estado evitándome y creía que me estaba mintiendo acerca de que estaba no embarazada, tenía miedo de que me ocultara a mi hijo. —Me encojo de hombros. —Además, estaba seguro, yo realmente sentía que si lo estaba papá.

Mi padre guarda silencio unos segundos.

—Yo también lo pensé unos instantes. —Suelta un suspiro. —Aaron, te diré lo mismo que le dije a Leah. Desconozco las razones del porqué decidieron terminar con su relación, pero creo que no puede ser tan malo para que un amor como el de ustedes se termine así. Creo que deberías intentar recuperarla.

—¿Y crees que no lo he intentado? Ella es la que está indispuesta papá, y ya se me están acabando las ideas. —Bajé la mirada frustrado. —La amo, estas semanas sin ella han sido terribles y no quiero imaginarme como será el resto de mi vida.

Mi padre posa su mano sobre mi hombro dandole un ligero apretón.

—Me recuerdas a mí en mis tiempos de conquista de tu madre. —Ríe él. —Amelia y Leah tienen muchas cosas en común, es por eso que sé que amas realmente a esa mujer. El que te recuerde a tu madre en muchos aspectos hace que la ames más si es posible.