Capítulo 37.|Mi vida te pertenece.

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Aaron.

Pasamos de celebrar la muerte de Gregory a estar tristes por la muerte de Jojo. Todo pasó muy rápido, y el cambio de emociones nos chocó muy fuerte. Leah y Peyton son las que lo están pasando mal. Obviamente Peyton porque era su madre, y puedo llegar a entenderla perfectamente. Leah en cambio la quería como a un familiar y había construido un lazo muy bonito con ella.

Estaba preocupado por ella. La noche anterior no había dormido absolutamente nada. Lloró toda la noche y yo solo podía abrazarla y decirle que lo sentía mucho. Sé que en momentos como estos las palabras no son suficientes, pero no se puede luchar contra la muerte.

Estamos en el cementerio dándole el último adiós a Jojo. Sostengo a Leah de los hombros pegada a mi cuerpo para que no pierda las pocas fuerzas que le quedan. Ethan se encuentra con Peyton que no ha dejado de llorar un segundo. Todos estábamos aquí sin excepción. Peyton y Leah se acercan y depositan una rosa blanca sobre su tumba y se quedan un instante ahí. Me acerco detrás de ella y la dejo estar un momento. Los padres de Leah se encuentran aquí y también están bastante tristes. En el poco tiempo que duró Jojo viviendo bajo su techo la recibieron como a una más de la familia.

—Te voy a extrañar tanto mamita. —Solloza Peyton destrozada. Ethan la ayuda a levantar y la abraza para darle aliento.

Yo me agacho y acaricio los hombros de Leah. Ella suelta un suspiro.

—Que más puedo decirte que ya no te hubiera dicho cuando estabas viva Jojo. Disfruta del cielo. Siempre estarás en mi corazón.

La ayudo a ponerse de pie y beso el lado de su cabeza abrazándola por el cuello. Ella pasa sus manos por las mías y ahí nos quedamos un momento.

Cuando estábamos a punto de irnos, dos hombres se aparecieron ante nuestra vista haciéndonos que todos les prestáramos atención. En mi vida los había visto pero parece que ellos sí conocían a Jojo, porque vienen vestidos totalmente de negro con unas rosas en las manos. Leah se pone tensa a mi lado y la veo mientras frunce el ceño al igual que todos. Ellos se abren paso entre nosotros y lentamente lanzan la rosa a la tumba de Jojo. Miro a Peyton que se quita los lentes negros y mira atentamente sin poder creer quiénes son.

—¿Papá? ¿Bruno?—Dice en forma de pregunta totalmente sorprendida.

Vaya vaya, es su padre y su hermano. Leah se remueve incómoda a mi lado y puedo ver qué se ha enojado con la presencia de estos dos. La verdad es que no se muy bien la historia de Jojo con su marido y su hijo, pero al parecer fue bastante turbia y puedo notarlo más al ver la cara de sorpresa de Peyton de verlos aquí en el funeral de su madre.

—¿Qué están haciendo aquí?—Pregunta ella con dolor.

—Peyton, hija. —Habla su padre y de solo escuchar su voz no me transmite buena vibra. —Hemos venido a darle el último adiós a tu madre. Nos enteramos hace poco.

—No entiendo porque nos haces esa pregunta. Es más que obvio hermanita. —Le responde su hermano con el mismo tono que su padre. Se nota que son tal para cual. —Lo lamento mucho, pero ya era su tiempo.

Ethan los escudriña a ambos con la mirada y Peyton niega con la cabeza bastante cansada.

—Eres un idiota Bruno, ya veo que nunca has dejado de serlo.

—No le hables así a tu hermano, solo está expresando lo que siente. —Le dice su padre como todo un jefe.

Peyton suspira.

—No estoy para sus berrinches en estos momentos. Necesito descansar. Vámonos Ethan.

Peyton intenta caminar hacia el frente pero su padre le prohíbe el paso.

Mi Salvación #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora