Capítulo 33. |A ti a cambio.

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Aaron.

Hoy han pasado dos días exactamente desde que los hombres de Gregory golpearon a Ethan en su propio departamento. Como siempre vuelvo y lo digo, Gregory siempre busca la manera de llevarnos la delantera. Ethan y Peyton se han enamorado y al parecer el Tiburón Mayor andaba oliendo sus pasos desde hace un buen rato. Es que no se le escapa nada, ni un mísero detalle, y veo bien difícil el que siga nuestras reglas.

Cuando Leah me llamó diciéndome que Ethan acababa de ser ingresado por varios golpes por parte de esos imbéciles, la verdad es que no puedo negar que me preocupé bastante. Ethan no es santo se mi devoción, pero al final del día es amigo de mí Chaparra, y aunque me cueste decirlo ya es parte de nuestro círculo de amistades, y qué Gregory haya encontrado la forma de meterse con él, ya lo hace parte de esto.

Leah estuvo bien pendiente de él hasta que pudo salir de la clínica. Los golpes no fueron tan profundos ya que Ethan al parecer también se defendió muy bien, pero la que si estaba de los nervios era Peyton. Se culpaba por el acontecimiento ya que ella estaba segura que Gregory no se quedaría quieto cuando se enterara que se estaba viendo con alguien más. Ethan tuvo que hablarle fuerte para que se relajara y que dejara de decir que se tenían que alejar el uno del otro. Peyton estaba segura que lo de Gregory no se iba a quedar ahí nada más, y yo también lo creo.

Hoy es la graduación de Lexie y de Peyton, y ambas en vez de estar felices, sólo muestran preocupación por la situación. Peyton le rogó muchísimas veces a Ethan que se quedara en casa, que aún no estaba totalmente recuperado de los golpes, pero él no quiso escucharla porque según él, no podía perderse su graduación.

Alexander se quedó en el almacén junto a los gemelos en la vigilancia de Murray y la verdad es que Gregory no ha vuelto a llamar y me fastidia que siempre se salga con la suya. Hoy esperamos que sea un día tranquilo y que Lexie y Peyton puedan tener una celebración de su gran esfuerzo.

Toda la familia de Leah se encuentra en el campus de la universidad, menos mí Chaparra. Me muevo de un lado al otro nervioso porque todo el mundo está llegando menos ella. Lexie me ha dicho que como siempre, se le hizo algo tarde y yo estoy a punto de tomar camino hacia su casa.

—Cálmate Aaron, debe venir en camino. —Dice Alice desesperada por mi comportamiento.

—Ni siquiera me responde las llamadas. —Suelto en un tono de queja.

—Pues con más razón, debe estar conduciendo. —Vuelve y dice mi hermana. —Mira, allí viene. ¿Ya volvió la sangre a tu cerebro?—Dice divertida cuando ve mi semblante volver a su color normal.

Miro a Leah que viene con un vestido precioso pegado a su cuerpo que me hace delirar con todo lo que oculta debajo de el. Me sonríe en cuanto me ve y como dice Alice, la sangre me volvió al cerebro.

—Hola guapo. —Dice dándome un beso rápido.

—Al fin llegas Leah. Aquí el hombre presente estaba casi a punto de tomar su caballo e ir a tu rescate. —Habla Alice soltando una carcajada.

Leah ríe.

—¿Qué pasa?—Me pregunta.

—Te has tardado, ya todos están aquí y tú no llegabas. Empecé a pensar que te había pasado algo.

Ella suspira con cansancio.

—Lo siento, pero he sido la última en prepararme y cuando estaba saliendo tuve que volver a entrar a casa porque se me había olvidado el celular. —Dice con tranquilidad.

Mi Salvación #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora