Sin poder soportarlo más, se levantó y buscó la salida. Las lágrimas no le dejaban ver, los recuerdos no le dejaban pensar.
Llegó a un largo pasillo, el cual le sonaba haberlo visitado otras veces:
-Aquí no está la salida -dijo mirando a todas partes.
De repente, escuchó unos llantos provenir de una habitación a medio abrir, pero no le interesaba ver más tristeza por aquel día, así que continuó su camino hasta llegar a la puerta principal.
Salió de la casa y caminó por la calle oscura y fría, aunque no le importaba por que su interior estaba igual. Solamente pensaba en Vera con Jackson y en las duras palabras de Mike Larsson. No podía creérselo, ella la quería y no podía dejarla ir tan fácilmente, pero ¿qué podía hacer ella al respecto si Vera no la amaba? ¿por qué no dejar que la persona a la que más quieres sea feliz aunque sea sin ti? Sencillo, porque somos egoístas y queremos nuestra felicidad antes a la del resto, deseamos que esa persona esté junto a nosotros aunque no sea feliz, solamente para sentir que la tenemos.
Sin embargo, Iria no era así, si no era correspondida lo intentaría dejar pasar, intentaría olvidarse de ella y pensar en otras cosas para que la imagen de Vera no volviera.
Unas voces interrumpieron sus pensamientos:
-¡Iria! -exclamó un chico.
Ella se dio la vuelta extrañada y vio a su primo Zach:
-¡Iria! ¡Espera! -exclamó él corriendo.
-¿Zach? ¿Qué haces aquí a estas horas?
-No podía dormir, tengo pensamientos de culpa, soy un monstruo.
-¿Qué? ¿De qué hablas? No eres un monstruo.
Zach suspiró y sus ojos se llenaron de lágrimas:
-He matado a una chica.
-¡¿Qué?! ¡Qué estupideces dices! -exclamó Iria asustada.
Zach comenzó a llorar y ella le dio consuelo:
-Vamos a caminar y me explicas todo.
Justamente cosas así eran las que necesitaba ella para olvidarse de sus problemas:
-Zach, tranquilízate y explícame que pasó.
-¿Te acuerdas de la chica asiática de pelo azul?
-¿Cassie? ¿La chica de tu fiesta? Sí, es simpática, no debiste aprovecharte de ella.
-No me aproveché de ella, y ahí empezó todo. Ella ahora está... está muerta.
-¿Cómo? ¿Qué le pasó?
-Se suicidó por mi culpa, le hice la vida imposible, la humillé y la destrocé.
-¿Por qué? -preguntó Iria sin comprenderlo.
-Porque no me gustan que me digan que no, y llegué demasiado lejos.
-Zach... no sé que decirte en estos momentos, eres mi primo y te quiero, por eso me voy a callar, para no hacerte daño.
-Sé lo que piensas, sé que soy un idiota y que merezco morir. He matado a una chica por mis caprichos -dijo con la voz entrecortada por los llantos.
Iria no podía apoyar a su primo, lo que había hecho estaba muy mal, por su culpa una chica se había suicidado. No había por donde mirarlo para hacerle sentir mejor. Simplemente hizo un largo silencio incómodo:
-Necesitaba contárselo a alguien, desde que Cassie nos dejó no he podido dormir ni concentrarme. Pero ahora ya es demasiado tarde para pedir perdón.
-Nunca es demasiado tarde, puedes ir a darle apoyo a su familia y darles unas disculpas. Puede que no las acepten, pero al menos lo intentaste.
-Tienes razón, pero su hermano me querrá matar.
-¿Se enteró de todo? -preguntó Iria extrañada.
-Cassie dejó una nota en la que ponía todo lo sucedido. Se rumorea que su hermano tuvo algo que ver con el suicidio, y me lo creo por que se le ve muy arrepentido consigo mismo, aunque puede que solo sea por la perdida de su hermana melliza.
-Zach, ¿te das cuenta de lo que me has dicho?
-¿De qué?
-Si Cassie dejó una nota incriminándote a ti... su familia lo podía presentar como pruebas en un juicio contra ti e irías a la cárcel.
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Iria
Teen FictionTodos somos simples cuerpos, un trozo de piel y sangre sin apariencia importante. Lo interesante no es la envoltura, sino todo lo que nuestro cuerpo contiene, esos sentimientos reprimidos que deseamos gritar sin más. Eso es lo que importa, lo mister...