CAPÍTULO 14

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Capítulo 14, Es prohibido

Narra Antonella🌷

- ...y termine por salir practicamente corriendo de allí mamá fue muy vergonzoso, su novia me veia fatal aunque la señora parecia confundida tal vez. Agh!! No se como pude pensar que... - unas inmensas ganas de llorar me invadideron al relatarle a mi madre lo ocurrido en la floreria.

- Deberías tomar asiento hija o el piso se hundirá de tantos pasos que das en la misma dirección. - bromeo ella y la mire mal.

- No puedo mamá, siento que desaproveche mi vida. Además ¿entonces porque lo soñaba tanto? Si es alguna broma de la vida no es nada divertida. - bufe tirandome sobre el sofá del estudio mientras ella se quitaba sus lentes y probaba su café.

- A mi me pareció un chico muy caballeroso ese día no dejaba de verte preocupado pero no imagine que ya tuviera familia. Además Antonella ¿no consideras cariño que es un poco menor para ti? - hizo esa mueca con su ojo para indicarme que lo pensara.

- Se que suena caprichoso pero no lo es, él me gusta y en mis sueños hemos hablado, me a mostrado cosas ya te había dicho que me mostro escenas de mi vida o de lo que pudo haber sido con Milán. - ella se puso de pie y se acerco a mi para tomar mi mano.

- Debes calmarte Antonella y olvidar al chico, empieza una nueva vida disfruta de la carrera que estudiaste y que tanto amas. El mundo es muy grande puedes conocer a cualquier otro chico. - asentí y me quede a observar el jardín por la ventana mientras escuche sus tacones resonar en dirección a la puerta.

Aun recordaba perfectamente el rostro de ilusion que tenia él al ver a su bebe y su novia quizás algún día un hombre me observe de la misma forma, me ame y me haga sentir especial.

- Aquí esta mi heredera. - escuche la voz de papá y me gire para verlo, venia acompañado de un señor y un joven.

- ¿Que sucede papá? ¿no estarás pensando en hacer tu testamento ya o si? - entrecerre mis ojos para verlo a él e ignorar a sus acompañantes.

- Nada de eso mi amor, él es Harry James un amigo que tiene un bufette de abogados muy importante aquí en Vancouver y él es Alejandro, su hijo tiene casi tu misma edad. - me respondio sonriendo ya me imaginaba que cosas pasaban por su cabeza.

- Uhmm... Hola mi nombre es Antonella Miller. - me presente con ellos y el hijo del amigo de papá beso mi mano como se hacia hace medio siglo lo cual me molesto pero admitia que era bastante guapo.

- Un placer conocerte Antonella, tu papá habla de ti con mucho orgullo. - me dijo sonriente el señor Harry.

- Gracias, en realidad exagera. - le conteste un poco avergonzada.

- Hemos venido a pedirte que te unas a la firma de abogados de nuestro bufette, claro si así lo deseas. Para nosotros será un placer. -  me halago el tal Alejandro con una mirada sensual.

- Seria mi primer trabajo, no tengo experiencia pero y con toda la humildad lo digo, me gradue con honores sin embargo quiero aceptar su propuesta. No me gusta tener tanto tiempo libre - bromee al final y todos reimos.

- Entonces te espero mañana a primera hora en mi oficina para decirte lo que debes hacer. - me explico el señor y asentí.

- Tratala bien Harry y tu igual Alejandro. - les dijo mi papá y los hombres a su lado asintieron con una sonrisa.

- Ahora vamos por ese delicioso cafè que según tú es el mejor del mundo por ser hecho por tu esposa. - nos despedimos y los observe salir quedandome sola nuevamente con mis pensamientos.

- ¿Que tenía aquello para que valiera tanto la pena?

- Decían que era prohibido.》

Recorde una de aquellas respuestas que en sueños me daba y que cierto era todo pues él chico de mis sueños existe y es prohibido. Tome un largo suspiro para ponerme de pie e irme a mi departamento, hace tan solo un par de días había salido de rehabilitación.

Tome mis cosas y salí por el pasillo para llegar al jardín subir a mi auto e irme pero una mano sobre mi brazo me detuvo y al girarme note que se trataba de Alejandro.

- No sabia que hoy día los hijos se van sin despedirse de sus padres. - menciono y coloco sus manos en su espalda.

- Pensé que tomabas café con ellos. - le respondí caminando para subir a mi auto.

- Queria despedirme de ti. - Alejandro es alto incluso más que yo, de piel blanca y cabello castaño, lucía bien con el traje negro sin corbata y de camisa blanca.

- Bueno adios. - le di una pequeña sonrisa y por fin pude subir a mi auto para irme.

Al llegar al departamento hice algo de cenar mientras preparaba mi ropa de mañana, un vestido blanco de manga corta con encaje hasta la rodilla y unos tacones negros. Puse una película de Harry Potter en la televisión mientras comía pero los parpados empezaron a pesarme demasiado y me quede dormida.

~Sueño~

Mire al frente y me encontraba en el mostrador de una cafeteria con otras personas a mi alrededor que hablaban casualmente con sus acompañantes pero no entendía que estaba haciendo allí sola. De repente alze mi vista y alguien me coloco un café ante mis ojos pero no se trataba de un desconocido sino del familar chico de ojos verdes con su camisa a cuadros y un delantal colgado desde su cuello.

- Para ti. - me dijo pero yo estaba embobada viendo sus ojos.

- Gracias... - alcanze a decir para verlo darme un asentimiento acompañado de una sonrisa.

Entonces busque dinero en mi bolso pero no había nada y me asuste ya que me avergonzaba no tener como pagar el café. Le hice una seña al ojiverde mientras me tomaba la bebida caliente y cuando volvio a estar frente a mi sonriendome mi mundo volvió a temblar.

- Disculpa pero no tengo dinero para pagar tal vez si me esperas voy por el y regreso a... -  iba continuar hablando pero él nego con su cabeza mirando al trapo que traia en sus manos.

- ¿Que sucede? - no entendia su expresión.

- Ya lo pagarón por ti. - me respondio tranquilamente.

- ¿Quien? - pregunté rapidamente.

Él no dijo nada solo señalo a mis espaldas y voltee a ver pero me lleve la sorpresa de que en cada mesa se encontraba un chico igual al ojiverde en varias mesas estaban solos o con amigos pero era el mismo hombre de la floreria, del jardín y él que me sirvio el café no podia creerlo todos sonreian, todos usaban camisas de cuadros entonces me baje del banquillo para salir corriendo a la calle sin ver bien me tropeze con un cuerpo que me sostuvo de caer pero al alzar mi vista se trataba de Alejandro el hijo del amigo de papá.

- Hola Antonella. - sonrío y desperte sobresaltada.

Dentro De Mis SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora