CAPÍTULO 19

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Capítulo 19, Conociendo su pasado.

Narra Erick❤

Hoy no abrieron el bar porque la madre de Brad murio y por respeto prefirio pasarlo con su familia, lo acompañe en el funeral un par de horas mientras reuina el valor de venir hablar con Antonella busque unos girasoles en la floreria de la abuela y después de durar unos veinte minutos en la puerta de la chica me ánime a tocar la puerta.

- ... y cuando llegué con la ilusión de prepararle una deliciosa cena todo se destruyo al verlo en esa cama con Amanda, días después pensé en perdonarlo pero la única señal de vida que me dio fue la demanda de divorcio... - escuchar la historia de Antonella me deja perplejo, parece una de esas chicas que tiene un mundo perfecto por dinero y padres que la aman pero no es suficiente.

Perdí absolutamente la noción del tiempo, entre tazas de café, té y estás dos últimas de chocolate que me dejo prepararle. Era media noche y aunque sabia que al llegar a casa me iban a dar unos cuantos regaños estar con ella lo valía.

- Aun recuerdo la primera vez que te vi en el bar con esa mirada perdida y no sabes lo que sentí cuando te encontre desmayada en el baño inconsiente. - vi que se avergonzo por lo que le dije pero alze su barbilla con mi mano y le sonreí.

- No te sientas así, aquella noche te tome en brazos y te acoste sobre el sofá de la entrada luego con mi chaqueta de jean te tape para que no te diera frío y posteriormente me sente a tu lado para asegurarme que estabas bien. - ella sonrío y con su mano me acaricio la mejilla, acto que me hizo cerrar los ojos para disfrutarlo.

- Lo recuerdo, lo primero que hice fue olerla y me gusto. Ese día tuve un exámen en el que afortunadamente salí bien y tiempo después logré graduarme con honores. - menciono orgullosa.

Se veia hermosa aun con su ropa de andar por casa y su cabello alborotado. Note que sus ojos estaban fijos en los mios y brillaban entonces recorde sus palabras de si soy real. Una curiosidad me invadio por dentro y quise preguntarle desde cuando empezo todo aquello.

- Antonella recuerdo el día que te ayude cuando te encerraste aquí me viste y me preguntaste si se trataba de algo real ¿me quieres contar eso? - le pregunte y después de terminar su taza de chocolate tomo aire para subir las piernas en el sofá.

- No recuerdo cuando empezó pero por las noches de la nada empecé a soñar contigo, me mostrabas lugares hermosos o escenas de mi vida donde yo hacía cosas no tan buenas sobre todo recuerdo muy bien un sueño donde me iba super mal y era maltratada por Milán era algo así como decirme que estaba mejor sin él. - sonreí al igual que ella y me acerque un poco hasta que mi pierna choco con su rodilla.

Era extraño saber que ella soñaba conmigo y que aquel "yo" la hacia feliz, la acompaño durante todo aquel proceso e incluso aun sucede algunas noches me parecio muy tierno.

- Ese día que me salvaste mi mamá me dijo lo caballeroso que fuiste con nosotras, lamento haber desaparecido por meses tuve que entrar en rehabilitación para dejar las drogas y todo el tema de Milán atrás. - asentí atentamente bajo su mirada.

- Sentí miedo de perderte algo dentro de mi rogaba por volver a verte en el bar o en la calle. - le respondí recordando aquellas noches en las que pasaba horas esperando a la chica de los rizos.

- Ya sabes todo acerca de mi ahora dime quien eres Erick... - me ánimo mientras servía más chocolate caliente para los dos.

- Bueno vivo con mi abuela Isabella y mi hermana Emily quien pronto cumplirá 16 años y bueno ya viste a mi sobrina Erika. Mis padres murieron cuando yo tenia 7 años y la mamá de mi papá nos llevo a vivir con ella. Siempre ha tenido esa floreria y cuando estudiaba la ayudaba en mis tiempos libres, cuando cumplí 16 empecé a trabajar en el Sparrow's Bar solo alcanze a graduarme del instituto no pude empezar la universidad por el embarazo de Emily. - le explique y algunas veces la observe tapar su boca con la mano sorprendida.

Se que a su lado no era alguien que pudiera representarla pero estaba más que dispuesto a darle todo el amor que ella necesitaba.

- Tu abuela me parece muy linda, su estilo hippie me encanta aunque tu hermana no es un amor precisamente. - bromeo y ambos reimos.

- Es extremadamente celosa pero una vez que la conoces sabes que es una chica que a pasado por mucho y que como todos solo necesita amor. - le dije y observe la hora en su reloj, marcaban casi las 2am.

- ¿Debes irte ya? - pregunto y se notaba muy triste.

- Si deseas que me vaya me iré. - deseaba tanto besarla, hoy era mi cumpleaños y ella era el mejor regalo.

- Yo puedo llevarte solo avisame cuando. - sonrío.

- ¿Que edad tienes? - solto de repente y no sabia que decir.

- ¿Ves la hora? - pregunte.

- Si, son las 2:10 am. - me contesto sin entenderlo.

- Bueno oficialmente es mi cumpleaños número 18. - dije como si no fuera importante.

- ¿Es en serio? ¿y porque lo dices como si nada? Tenemos que celebrar. - pensé que iba molestarse o a mirarme como un niño pero su felicidad me quito cada duda.

- ¿Como? - pregunte alzando una ceja.

- Vamos por un pastel. - se puso de pie y no supe donde fue, minutos después regreso con sus zapatillas Vans y un abrigo moviendo unas llaves frente a mi.

- ¿Es en serio? Hace demasiado frío fuera. - me puse de pie siguiendola.

- Conozco un lugar donde podemos conseguir una. - me dijo y salimos por el pasillo.

Bajamos al estacionamiento y subimos a su auto recorde que aquel día que me ofrecio llevarme a casa tenia aun el mismo auto blanco.

- Estas loca mujer... - bromee viendo por la ventana las luces de algunos coches.

Dentro De Mis SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora