CAPÍTULO 20

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Capítulo 20, Cumpleaños feliz🎶🎤

Narra Antonella🌷

- ... Si joven... de chocolate con muchas chispas de colores... escribe "Feliz Cumplaños" ¿su nombre? ERICK...  E - R - I - C - K... Vale, gracias. - estabamos en un establecimiento de creps, pancakes y pasteles debimos esperar unos quince minutos y después de reirnos de la sordera del chico detrás del trasmisor me quede observandolo.

Era más hermoso en persona que en mis sueños, nunca entenderé como pase meses soñando con él y ahora estabamos aquí esperando su pastel de cumpleaños.

No me importaba que solo tuviera 18 años porque ha pasado por muchas cosas y eso lo hizo fuerte.

- ¿En que piensas? - me pregunto y volví a la tierra.

- En que te llevo 6 años ¿no es mucho o sí? - ladee la cabeza.

- Es solo un número, hay quienes con 20 años no han vivido y hay otros que con 15 han vivido lo que parece ser dos vidas enteras así que no, no es mucho. - su respuesta fue tan sincera y tan madura, ojala que pueda volver a verlo de nuevo.

- Mira ya nos están llamando... - señalo riendose mientras yo lo veia hipnotizada otra vez viendo sus ojos.

- Disculpa. - dije y el coloco su mano sobre la mia que tenia en la palanca de cambios.

Nos entregaron el pastel y prendí una de las velas dentro del auto, eramos los únicos en el estacionamiento cantando cumpleaños, sus ojos tenia un brillo especial que me sacudia el mundo.

- Cumpleaaaaños feeeeeliz, Te deseeeeo a ti. Cumpleaaaaños Erick cumpleaaaaaños feeeeliz. - termine de cantarle y vi su intención de apagar la vela sin pedir su deseo.

- HEY!!!. - grite riendome.

- ¿Que sucede? ¿viene alguien con una motocierra? - bromeo y reimos.

- Debes pedir tu deseo ojiverde. - asintio y cerro sus ojos un par de segundos que aproveche para hacer turismo en sus labios.

Saque el cuchillo de plastico y partí dos pedazos para disfrutarlo, me encantaba el sabor aunque sentí llenarme toda la cara con la crema de vainilla que cubría todo el pastel.

- Tienes crema por todos lados hasta en el cabello, eres como una niña. - bromeo Erick quitandose los restos de crema que tenia en sus dedos.

- ¿A sí? - bromee y pase mi dedo por el pastel para pasarlo por su mejilla.

- Estás en problemas Antonella. - le dí mi mejor sonrisa maquiavelica y salí del auto para correr, él imito mi gesto aunque hacía un frío horrible igual logro atraparme. Estabamos muy cerca, Erick es solo un poco más alto que yo.

Hipnotizada una vez más me quede en sus ojos verdes mientras él permanecía con su rostro lleno de pastel.

- Te exigo que me limpies la mejilla. - dijo serio pero con picardía en su mirada.

- Claro. - le respondí y empecé con besos a quitarle la crema de vainilla del pastel mientras lo vi cerrar sus ojos.

- Listo. - me solte de sus brazos y él se acaricio su mejilla.

- Sigue pegajoso. - se quejo.

- Volvamos al auto ¿vale? Muero de frío. - le pedí frotando mis brazos con las manos.

duramos un rato más conversando hasta que el sol empezó a salir y nos empezabamos a quedar dormidos en los asientos con las manos entrelazadas.

- Quiero que seas real.... - alcanze a decir con los parpados cerrados consumida por el sueño.

- Lo soy preciosa. - escuche su voz y sonreí.

- Demuestramelo. - abrí un poco mis ojos y él en cambio estaba más despierto que yo. Se acerco lentamente y dejo un beso en mis labios.

Luego todo fue oscuridad sin embargo no soñe hasta que un sonido que me desperto y me di cuenta que era la alarma de mi telefono, recorde que hoy tenia que trabajar después de todo era lunes. Me quede viendo a Erick unos minutos y me atreví a tocar su cabello, me acómode en el asiento sin hacer mucho ruido y prendí el auto para dejarlo en su casa.

En el trayecto a cada rato observaba junto a mi al chico dormido de mis sueños, se veia tan tranquilo parecía un ángel.

- Buenos días, ¿te han dicho lo hermosa que luces perdida en tus pensamientos? - escuche su voz y sonreí sin mirarlo, tenia unos cinco minutos sin verlo y me sorprendio escuchar su voz.

- Buen día cumpleañero. - con mi mano acaricie su rodilla unos segundos sin quitar mis ojos de la carretera.

- Hemos llegado a tu casa ojiverde. - le avise acómodandome para verlo mejor.

- Gracias por todo Antonella, eres asombrosa. Tenerte de amiga le hace muy feliz. - y esa maldita palabra destruyo todas mis esperanzas.

- No fue nada, me alegra que seamos amigos Erick, llevate tu pastel espero verte pronto. - le conteste controlando mis lágrimas.

- Adios hermosa. - beso mi mejilla y bajo del auto dandome una de sus mejores sonrisas.

Conduje rapido hasta mi departamento para ducharme y vestirme hoy iba llegar tarde al trabajo dandole Alejandro una escuxa para no dejarme en paz hoy por mi tardanza.

Me coloque un vestido negro sin mangas y unas bailarinas tome mi bolso y un libro de codigo civil que necesitaba revisar para salir disparada al bufette. Al llegar todos estaban sumidos en su trabajo intente hablar con Cler pero me evito a toda costa.

- Buenas TARDES Antonella. - llegó Alejandro a mi oficina y rode los ojos.

- Lo lamento mi alarma no sonó. - mentí.

- O más bien te divertiste demasiado anoche con ese niñato. - río despectivamente y alze mi cara para verlo seria.

- Eso no es tu problema. - le respondí colocandome de pie.

- Lo es y será peor para ti si continuas viendote con él. Yo soy mejor para ti Anto y lo sabes, ese niño no te representa ¿en que piensas? - hablo metiendose sus manos en el bolsillo.

- ¿Es una amenaza imbecil? - me acerque con los dientes apretados llena de ira.

- Puede ser... además soy tu jefe. - me recordo como si fuera algo demasiado importante.

- Tu papá es mi jefe, tu eres un empleado más. Ahora vete que debo trabajar y te recuerdo que puedo hacer con mi vida lo que quiera no lo que tu decidas. - recalque y se fue sonriendo maliciosamente.

De todas formas Erick solo me veia como una amiga lamentablemente, despejando mi mente empecé mis labores del día.

Dentro De Mis SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora