Dentro De Mis Sueños

CAPÍTULO 32

Capítulo 32, Nada puede ser tan perfecto.

Narra Antonella🌷

Supe que la hija de Milán murio hace dos semanas en un accidente de auto donde iba con su madre pero ella a diferencia de la niña sobrevivio, mamá me lo dijo ayer y quede bastante sorprendida después de todo no importa el resentimiento que existe entre ambas familias la pequeña Beth tenia toda una vida por disfrutar.

Erick y yo somos una pareja feliz, en mi trabajo todas viven enternecidas por lo detallista que es, cuando Alejandro me regalaba flores confundia mi oficina con un funeral pero ahora que es el ojiverde quien lo hace no me importa.

Sigue trabajando en sus dos empleos, la pequeña Erika sigue creciendo y Emily regreso al instituto mientras que la señora Isabella continua haciendo magia con sus manos en la floreria junto a mi novio.

Mis papás estan encantados con mi nueva relación y hemos compartido un par de veces extra después de año nuevo. Todo vuelve a ser perfecto y me encanta a pesar de aquel mal rato en mi cumpleaños cuando nos encontramos a la familia de Milán, decidimos ignorar el tema y dejarlo en el pasado.

Después de un largo día de trabajo llegué a mi departamento encontrando una carta sobre la alfombra, lo tome en mis manos y posteriormente a dejar mis cosas sobre la mesa me senté en el sofá para leer de que se trataba el dichoso y extraño papel.

《 Como podría explicar que eres mi último pensamiento al dormir y el primero al despertar, regresa.

M☆ 》

Al leer la letra final no necesitaba ser muy inteligente para darme cuenta de que se trataba de una nota de Milán pero si planea intentar recuperarme ahora que se a divorciado de Amanda esta equívocado.

Arrugé el papel y lo bote en la basura ignorando las palabras de su interior, me di una ducha y me cambie para ver televisión un rato antes de dormir, el mes estaba por acabar y tan solo pensé que habían pasado un par de días nada más.

Antes de pasar a la oficina quise saludar a Erick en la floreria, baje del auto verificando que el letrero de abierto estuviera puesto, entré y unas risas se escucharon hasta percatarse de mi presencia todo se sumio en un silencio absoluto.

- La mujer más hermosa. - escuche su voz y la chica que estaba frente a él se hizo a un lado.

- Hola ojiverde. - sonreí sintiendo un toque de celos.

- Quise saludarte antes de ir al bufete, no sabia que estabas ocupado. - señale a su amiga quien al escuchar eso se volteo.

- Siempre eres bienvenida aquí, ella es una amiga. - la chica me miro mal y sin darme su mano se paro junto a Erick.

- Soy Chloe Bratz - dijo mirandome de arriba abajo.

Hoy me había colocado un vestido hasta la mitad del muslo color turquesa y unas zapatillas blancas con un pequeño lazo en la punta, mientras que ella solo tenia shorts y camisa a cuadros rosa y gris.

- Encantada. - dije manteniendo mi postura.

- Luces hermosa hoy. - menciono mi novio acercandose a mi y dejando un beso en mis labios.

- Te amo, debo irme. - nos despedimos y salí para subir a mi auto e irme a trabajar. Que momento tan incómodo pensé.

Al llegar una de las asistentes me ofrecio una caja blanca diciendome que un repartidor la dejo muy temprano aquí, agradecí y salude a mi jefa rapidamente para ir a mi oficina a ver de que se trataba el regalo extraño.

Prendí el ordenador y al abrir la caja blanca se trataba de un ramo de flores marchitas con una nota, en seguida los nervios atacaron mi estomago y unas inmensas ganas de vomitar inundaron mi ser, tuve que ir corriendo al baño a vacíar mi estomago.

Regrese con una taza de Té para leer la nota.

《 Pronto sabrás de mi, querida Antonella y estaremos juntos hasta que la luz de tus ojos se desvanezca

M☆ 》

Volví arrugar el papel para desecharlo en la basura, nerviosa sin saber que hacer llame a mi padre pero me calmo diciendo que estaba seguro de que era alguien haciendome una mala broma ya que Milán se encontraba fuera del país después de la muerte de Beth y su divorcio con Amanda.

Había pasado una semana angustiada por las notas y los regalos extraños ahora los nervios jamás se iban de mi sistema. Erick no sabia nada de lo que me pasaba, debí mentirle diciendole que se trataba del trabajo en la oficina.

A veces quisiera poder pasar más tiempo juntos pero mi parte comprensiva entendia que él era el sostén de su familia y no podia dejar su trabajo así como así.

Baje del auto y entre al edificio, el señor Mattews me saludo con cierto temor en sus ojos pero supuse que algo le sucedia en lugar de preocuparme subí al ascensor para llegar a darme una larga ducha en la tina.

Abrí la puerta y al encender la luz vi al diablo en persona hacerse presente sentado sobre mi sofá con su expresión relajada como esperando por mi. Quise dar la vuelta y salir pero desenfundo su arma para ponerse de pie con ella apuntando directo a mi.

- ¿Que quieres? - alcanze a decir tratando se sonar tranquila.

- Quiero que rompas tu relación con el imbecil ese con quien sales o lo mataré y no solo a él sino a su abuela, su hermana y su bebe. Creeme sabré si me mientes además de que estaré esperandote en el auto Antonella. - lo sabia, algo dentro de mi me avisaba desde hace días que algo pasaba.

Nada puede ser tan perfecto, yo no amaba a Milán quizás años atrás fue la oportunidad más esperada pero hoy en día solo arruinaba todo.

- Vamos a volver a estar juntos mi vida, nos casaremos, tendremos hijos y seremos felices. - negue con la cabeza al borde de las lágrimas.

- Vete de mi departamento Milán, yo no te amo ni quiero estar contigo me hiciste muchísimo daño. - mencione apretando mis dientes y visualmente buscaba cualquier cosa para defenderme pero nada servía.

- YA TE LO DIJE ANTONELLA ERES MÍA Y TIENES UN DÍA PARA ROMPER CON ESE HIJO DE PUTA O LOS MATARÉ A TODOS... INCLUYENDOTE. - beso mi frente y paso de largo hasta la puerta para irse.

Caí al suelo y lloré durante horas, finalmente era feliz, amada y ahora todo se iba a la mierda tan sencillamente pero si no le hacía caso se que no podré vivir con la muerte de alguna de esas personas que tanto amor me han dado.

Mañana pasaria mi último día con Erick antes de romper con él, solo espero poder ser lo suficientemente fuerte.