CAPÍTULO 5

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Capítulo 5, La extraña de cabello alborotado.

Narra Erick

- No me gusta que vayas a trabajar a ese lugar hijo, no logro dormir con tranquilidad y sabes que es innecesario. - me repitio mi abuela nuevamente mientras cenabamos.

- Además esas mujeres que van a ese lugar son muy atrevidas y no quiero que se te insinuen o peor aun que te enamores de una prostituta - mi hermana es la mujer más celosa que conozco pero aun así la amo y ahora más que esta esperando un bebe.

Al principio quise sacudirla por tonta pero luego de que ese imbecil la abandono sabia que yo iba ser un papá para ese bebe y toda rabia abandono mi cuerpo por la ilusión que me hace tener una familia.

Desde que recuerdo siempre hemos sido mi abuela, mi hermana y yo. Mis papás murieron durante un viaje en avión a causa de la explosión de una turbina pero eramos unos niños y no dolio tanto, desde entonces soy el hombre de la casa con solo tener 17 años.

Trabajo en la floreria de mi abuela durante el día antes cuando estaba en la escuela secundaria solo ayudaba los fines de semana o algunas tardes pero ahora estoy a tiempo completo y en las noches estoy detrás de una barra sirviendo cerveza, mi jefe me dijo que cuando cumpla mis 18 en unos meses me dará otro cargo para ganar más dinero.

- Debo irme, las amo. - me despedí tomando mi chaqueta de jean azul para ir al bar antes de buscarme un regaño.

Camine rapidamente por las calles hasta llegar a "Sparrow's Bar'" entré y como siempre habían personas por todos lados al parecer nadie duerme por las noches aquí en Vancouver.

Recibí instrucciones del bartender y empecé hacer lo de siempre. Algunas chicas se me insinuaban pero no les prestaba atención las ayudo a salir o a tomar un taxi algunas son maltratadas otras prostitutas y este lugar no es el mejor para encontrar al amor de mi vida.

La noche iba bastante bien, la propina que dejaban algunos clientes era bastante buena.

- Erick llevale a la chica de aquella esquina otro trago de ron. - me pidio mi jefe mientras filtreaba con una peliroja.

Asentí y busque la botella para preparar su trago, al acercarme pude ver que estaba ya bastante borracha y sobre la barra estaba su bolso junto a un par de llaves vi un control y deduje que vino en auto eso seria un peligro si se pone detrás de un volante.

- Señorita aquí tiene... - deje el trago sobre la barra cerca de su brazo y alzo el rostro para verme.

- Yo te he visto... en algún lado... aquí... - señalo su cabeza y sonreí ya que no recordaba haberla visto antes.

Me aleje mientras de reojo la observe tomarse el vaso de un solo trago, hice una mueca de desagrado ya que no me gusta el alcohol y podia ver como su garganta resentía el sabor del licor por una mueca que hizo.

Tenia su cabello rizado recojido sobre su cabeza en un moño alborotado se me hizo gracioso porque recorde el cabello de una bruja. Sacudí mi cabeza y volví a lavar algunos vasos y servir cervezas en las mesas.

Pasaron varias horas y no vi la chica de cabello rizado aunque sus cosas permanecian en el mismo lugar. Ya pronto ibamos a cerrar y mi jefe no parecía querer irse a dormir por seguir conversando con la chica o irse algún hotel negue con la cabeza cuando vi que me hizo una seña pasando un brazo sobre los hombros de la peliroja.

Eso solo significaba que debía sacar a los clientes tercos y limpiar antes de poderme ir.

- Erick vamos a dar una vuelta... tu y yo... solos. - Sophie se acerco de nuevo a mi para persuadirme de ir a casa y quedarme con ella pero no me gustaba a pesar de ser hermosa.

- No puedo Sophie ya sabes que mi abuela se preocupa demasiado por mi si no llego a dormir, ve a casa y descansa. - le sonreí pero ella rodo sus ojos para alejarse y colgarse del cuello de otro hombro.

Iban a dar las 3:30am la hora de cerrar y un señor mayor venia del baño caminando directo a mi mientras me colocaba mi chaqueta para irme.

- Joven en el baño de las mujeres se encuentra una señorita... debo irme. - dijo y huyo corriendo, me acerque a la puerta para cerrar con llave en caso de ser una trampa tome el bat de beisbol de mi jefe.

Camine hasta el baño no sin antes notar que las cosas de la mujer de los rizos despeinados continuaba en el mismo sitio sin moverse ni un solo centímetro.

- Hola... ¿queda alguien por aquí? - pregunté con la esperanza de que la chica respondiera o escuchar ruidos de vomito pero todo era silencio.

Abrí la puerta y la observe sobre el suelo, llevaba jeans hasta su cintura de color azul y una camisa de cuadros del mismo color con algunos botones sueltos por último me fije en sus zapatos, calzaba unas Vans aunque una de ellas yacía a unos metros de ella.

La revise y en uno de sus tobillos tenia una marca extraña que jamás antes había visto en alguien luego encontre una jeringuilla y unas bolsas pequeñas transparentes.

Revise su pulso y estaba debil, le coloqué su zapato y pase sus brazos por mis hombros para alzarla su olor era una mezcla de perfume caro, shampoo, alcohol y cigarros no pesaba tanto la acoste sobre uno de los muebles.

Quise irme y dejarla, no era la primera vez que sacaba alguien de los baños drogados o demasiado alcoholizados para mantenerse por si mismos. Me quite la chaqueta y la puse sobre su torso y brazos sabia que mi abuela iba enojarse demasiado pero algo me decia dentro de mi que ella no era como las demás podia incluso asegurar que la había visto antes sin recordar donde.

Me dedique a observarla dormir y a tocar sus manos cuyo calor volvio después de colocarle la chaqueta. Era hermosa, de piel blanca con mejillas ligeramente sonrojadas, pestañas largas y enormes ojeras bajo sus ojos.

El tiempo paso rapido casi sin darme cuenta había amanecido, ella empezo a moverse y me llene de pánico por no saber que decir o que hacer corrí a esconderme bajo la barra pero igual podia verla.

Empezo acomodarse y se sento tallando sus ojos e intentando arreglar su cabello, se coloco los botones de su camisa y tomo mi chaqueta en sus manos para después olerla. La vi sonreir y me gusto pues era hermosa saco su celular lo reviso, hizo un mal gesto para regresarlo a su bolso después se intento poner de pie y se tomo su cabeza con una mano lo cual era obvio por haber bebido.

Se acerco a la salida y como la puerta tenia las llaves puestas simplemente quito el seguro para abrir y salir a la calle, camine rapidamente y desde la ventana la vi subir a su auto para marcharse. Tome mi chaqueta y salí del bar para ir a mi hogar donde de seguro me esperaba un regaño doble por esas mujeres celosas y gruñonas que tengo por familia esperandome en casa.

Dentro De Mis SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora