CAPÍTULO 18

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Capítulo 18, Por fin.

Narra Antonella🌷

- Amiga deberías superarlo, el hombre es un mujeriego y tiene una hija que acaba de nacer además de que es un niño ¿lo viste anoche? Pueden meterte presa si alguien le dice a la policía que sales con un menor de edad. - resople y rode los ojos una vez más, me sentia decepcionada creí que el ojiverde y yo podiamos llegar hablar pero después de verlo besarse con esa chica de poca ropa algo en mi corazón se quebro.

Después de salir de aquel bar vinimos a mi departamento a ver películas y comer dulces mientras nos colocabamos al día con algunos chismes. Era casi como regresar el tiempo a cuando nos reuniamos cada fin de semana hacer esto y me gustaba.

- Termina de desayunar mejor ya no quiero hablar del chico simplemente lo superaré. - dije encojiendome de hombros y terminando mi cereal, aun estabamos en pijamas y agradecía no tener que trabajar hoy porque no deseaba ver Alejandro ni a Cler aunque con ella hablaria después.

- Si claro... - respondio con su boca llena y le lanze una servilleta a lo que empezamos a reir.

Pasamos el día juntas y luego nos despedimos, empecé a sentirme triste cuando estuve sola porque no dejaba de pensar en ese chico ahora sabia que su nombre era Erick porque el tal Brad nos lo dijo aunque se veia más interesado en Vafhanie que en ayudarnos pero el plan no salió muy bien después de todo.

Veia televisión pero el timbre se escucho y me puse de pie, evalue rapidamente mi atuendo y estaba presentable, tenia un jersey azul marino y un leggins gris claro pero no llevaba zapatos solo mis calcetines con mi cabello tan despeinado como normalmente lo tengo.

Camine peresozamente hasta la puerta y al abrir casi me desmayo cuando vi esos enormes ojos y esa sonrisa solo para mi no sabia que decir o que hacer pero mi corazón ya había reaccionado acelerandose hasta hacer eco dentro de mi cabeza.

El chico tenia en sus manos un ramo de girasoles atados con una cinta roja me pareció muy tierno habían pasado años desde la última vez que alguien me regalo flores y estas eran hermosas.

- Son para ti. - hablo y su voz era aterciopelada como la que usaba en mis sueños. La duda de estar soñando me invadio así que decidí cerrar la puerta respirar profundo y volver abrirla pasando una mano por mi cabello intentanto domarlo un poco lo cual fue imposible.

- Oh... yo... lo siento... necesitaba saber si eras real... se que suena loco y aquí estoy titubeando frente a... ti. - mencione nerviosa tartamudeando frente a él quien solo sonreía.

- Soy Erick. - me dio las flores las cuales recibí y me quede viendo fascinada.

- Antonella Miller... - le tendí mi mano para estrecharla y nuestras manos parecian conocerse muy bien tan suaves y con ese toque eléctrico que nos puso alerta.

- Gracias por las flores son... hermosas. - recorde que mamá me dijo que él me salvo aquella tarde que intente sucidarme sentí un poco de verguenza porque pueda pensar de mi.

- No es nada. Es la primera vez que podemos hablar sin interrupciones y me encantaria poder decirte que quiero conocerte, llevo meses esperando una oportunidad. - hablo y yo solo podia hipnotizarme bajo su mirada entonces recorde las chicas con quienes lo vi y pise tierra de nuevo.

- Espera pero ¿y tu novia? Tienes una bebe y no soy como esas terribles mujeres que destruyen hogares además te vi con esa otra chica en el bar. No son celos es solo que... seamos sinceros ambos sabemos que no soy una chica fuerte y mi corazón no alcanzaria a sobrevivir otra decepción. - termine mi discurso dandome cuenta que permaneciamos en la puerta.

- Si me das la oportunidad de explicarte... - me pidio rogandome con esos ojos a los cuales no podia negarme y tan solo asentí.

- ¿Quieres pasar? - le pregunté pero cuando planeaba dar un paso dentro la figura de Alejandro aparecio a un lado para arruinarlo todo.

- ¿Que piensas hacer imbecil? ¿crees que una chica como Antonella va caer a tus pies por unas horribles flores? Solo vete. - dijo el recien llegado y quise golpearlo entrecerre mis ojos preparandome para decirle unas cuantas verdades en su rostro.

- ¿Cual es tu problema niño con dinero? No todo en la vida puede comprarse a menos de que estés tan acostumbrado a comprar amor que piensas que alguien como esa chica maravillosa esta tan desesperada para irse a la cama contigo como las demás pero estás muy equívocado. - le contesto el ojiverde y me sentí muy orgullosa de sus palabras.

Alejandro lo miro de forma despectiva y lo vi empuñar sus manos, era momento para entrometerme en medio de ambos.

- ALEJANDRO VETE AHORA MISMO LOS HOMBRES VACÍOS COMO TU NO SON FUNCIONALES PARA MI - le grite en medio del pasillo y agarre la mano de Erick para meternos dentro de mi departamento. Debía recordar hablar con el portero para prohibirle la entrada.

- ¿Como vas a preferirlo a él Antonella? - me dijo antes de cerrar la puerta y se me ocurrio una idea.

Observe al ojiverde realmente molesto y a punto de quitarme del camino para salir a darse golpes con el castaño pero aquellos golpes no duelen tanto como aquel que una mujer le da al orgullo de un hombre.

- Lo siento Ale, Erick lo tiene enorme. Adios. - le guiñe un ojo y cerré la puerta en su cara mientras me reia.

- ¿Y tú como sabes eso nena? - detuve mi risa y me gire para verlo alzando una de sus cejas cruzado de brazos.

- Oh... yo... Uhmm... solo quise molestarlo, lo siento no quise ser irrespetuosa. - me sonroje y cubrí mi rostro con las manos.

- ¿Entonces no es tu novio? - pregunto ladeando su cabeza.

- ¿Alejandro? Por dios NO!!!... lo siento, no no somos novios, nunca seria novia de ese hombre es un imbecil. - respondí con toda sinceridad, no deseaba que me emparentaran con ese hombre, después del golpe de ayer creí que no regresaria.

- Calmate, te creo. ¿como te sientes ahora? - sonreí y caminamos hasta mi sofá, sabia que venia una larga charla. Era increíble tenerlo en mi hogar después de tantas veces soñandolo.

Dentro De Mis SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora