CAPÍTULO 34

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Capítulo 34, Prisionera.

Narra Antonella🌷

Marzo 2018

Seis semanas alejada de Erick, seis semanas sin hipnotizarme con sus ojos, sin sus besos, sin su cuerpo desnudo junto a mi, sin compartir cenas en la madrugada. Mes y medio sin salir a ver las estrellas por la noche, sin escuchar su voz, sin reirnos juntos, sin visitar su casa o hablar con Emily.

Parece que fue ayer cuando pasabamos horas aprovechando sus días libres para ver películas o ir por helados a media noche, extrañaba todo de él pero fue lo mejor al menos sabia que estaba vivo, quizás tan destruido y triste como yo pero al menos con su vida intacta.

Milán me hizo hablar con mis padres y fingir como lo haria una actriz de película para convencerlos de mi supuesto y renacido amor por él. Mamá intento persuadirme pero le jure por todo que mis sentimientos eran reales, papá no acepto para nada mi relación mientras mamá solo dijo que esperaba todo saliera bien aunque no muy convencida.

Ahora tenia prohibido visitar a mis padres, salir con Vafhanie y hacer cualquier cosa que Milán no le guste, mis ojos se llenaban de lágrimas con suma facilidad todo me recordaba a Erick y las flores en mi oficina se marchitaron sin embargo pedí dejarlas allí para tener al menos ese recuerdo de él.

Todos saben que me sucede algo pero siempre fingo una sonrisa para evitar más preguntas incómodas. Un amigo de mi ahora novio me vigila aunque no se quien pueda ser, solo se que un paso en falso por mi parte y pueden morir demasiadas personas importantes.

Llego la hora de salir del trabajo y Milán me esperaba fuera de su auto con los brazos cruzados vestido de traje al parecer su empresa de diseño gráfico cada día ganaba más dinero y eso lograba mantenerlo ocupado, situación que agradecía porque al menos no lo tenia pendiente de mi a cada minuto.

- Hola princesa. - me saludo y sonreí de medio lado viendo al suelo.

- Hola Milán. - conteste subiendo a mi auto.

- ¿Que tal tu día? - pregunto mirando al frente.

- Normal, largo y aburrido. - conteste viendo por la ventana pensando en mi ojiverde.

Condujo hasta un restaurante y bajamos para comer, Milán no paraba de hablar sobre sus negocios y sus amigos, hablo por telefono con varios clientes mientras que yo con la mirada perdida jugaba con el tenedor en mi comida hasta que vi un rostro familiar acercandose a la mesa.

- Buenas noches, hola Antonella. - me saludo un sonriente Alejandro y rode los ojos molesta, eso era lo único que faltaba.

- ¿Quien es este chico? - pregunto Milán colocandose de pie.

- Hola Alejandro. - conteste tomando mi bolso para salir.

- Soy Alejandro James antes trabajaba con ella ¿y tu quien eres? - me detuve antes de irme para evitar una pelea.

- Milán calmate solo fuimos compañeros de trabajo. - comente tomandolo del brazo.

- Alejandro él es Milán mi novio. - los presente y ambos se dieron la mano sin apartar la mirada.

- Es hora de irnos. - dijo firme el hombre a mi lado, Alejandro rió y nego con la cabeza. Lágrimas llenaron mis ojos luego agache la cabeza para ver el suelo sin saber si el castaño logro notar que estaba llorando.

Salimos del restaurante en silencio y subimos al auto para que Milán me dejara en el departamento.

- No quiero que vuelvas hablar con ese chico Antonella. - asentí sin decir nada.

Llegamos y dejo un beso en mi mano antes de bajar.

- Mañana saldré de viaje y regreso en una semana espero te comportes. - lo mire llena de odio.

- Te amo preciosa. - le lanze un beso y entre a mi edificio, el señor Mattews intento saludarme pero al verme llorando se quedo de pie inmovil.

No pude pasar un último día con Erick como quise porque antes de salir aquel día Milán me obligo a subir a su auto para hablar directamente con él. Era imposible negarme ya que cargaba su pistola siempre sobre su traje y no deseaba subestirmarlo.

Mi sufrimiento era mayor al que viví con Milán porque esta vez la culpable de todo era yo por tener miedo de enfrentar a ese imbecil que tanto daño me hizo y me continúa haciendo con su obsesión por mi, quise saber que sucedio con Amanda pero no tenia idea de como contactarla.

Milán al trabajar en una empresa de técnologia intervino mi línea de telefono, el internet, mi ordenador y mi celular. Estaba vigilada por cada lado del que me quisiera esconder, la situación era agobiante y me llenaba de frustración ser una prisionera.

A la mañana siguiente llegué al trabajo y me dieron la noticia de que mi jefa había salido de viaje por dos días a Estados Unidos y alguien me esperaba en mi oficina. Camine rapidamente y al abrir la puerta se trataba de Alejandro James sentado en la silla de mi escritorio.

No supe que hacer al verlo de pie frente a mi solo di unos cuantos pasos y los abraze fuerte descargando todo el llanto acumulado desde hace días. Él al principio no supo que hacer pero al verme en ese estado me devolvio el abrazo con mucha más fuerza y dandome caricias en mi espalda para intentar calmarme, lo que no sabia Alejandro era que esa palabra no existia en mi vida ahora.

Nos sentamos en el sofá de mi oficina y después de colocarle seguro a la puerta intente calmarme, no sabia si decirle la verdad o mentirle y hacer como que nada paso.

- ¿Que te sucede? Quiero saber la verdad, se que antes no fuimos amigos y que me pase con aquello de los regalos, que estuvo mal intentar matar a tu noviecito. Me cegue por la obsesión perdoname Antonella, después del accidente empecé a ver al psicologo y ya estoy mejor aunque permanezco en terapia. - me explico y en sus ojos podia ver un Alejandro sincero ofreciendome su amistad.

- Era feliz Alejandro, mi vida volvia a tener sentido hasta que en un viaje con mis padres apareció de nuevo Milán para arruinarlo todo... - y empecé mi relato

Dentro De Mis SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora