CAPÍTULO 31

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Han pasado 2 meses, hay mucho que comentar.
Lía crece rápido, Nathan es muy bueno aun que aveces pierde la paciencia por las noches muchas veces ha tirado la toalla, Lía llora mucho, pero yo estuve estoy y estaré allí con ella. Pero eso no quiere decir que Nathan no la quiera, al contrario la adora, hay algo que tengo de curiosidad, es que Lía y Nathan tienen los mismos ojos.

He faltado algunos días a clases por motivo de cansancio, pero tengo suerte de que una de mis mejores amigas tenga como papá "un Decano" de la Universidad de donde estudias. Y tengo todas mis faltas justificadas, aún que siento que aveces abuso...

Nathan ha estado muy cerca de mi durante estos meses, no ha dejado de ayudarme y llamarme todos los días y a cada momento preguntado cómo me siento y como está Lía, todas las noches me trae algo diferente de cenar, él dice que son mis recompensas.
Él y yo no dormimos juntos, cada madrugada regresa a su cuarto, pero si ayuda mucho, el padre de Nathan tomo muy bien ésto, al contrario le ha gustado la idea. Lo mas hermoso de todo ésto, es como el señor Michaell hizo el pedido de ser el abuelo, y a nosotros nos encantó la idea, no dudamos en decirle que Si.

Hay cosas que tengo curiosidades, bueno sólo dos cosas... Tina ya no trabaja aquí, Nathan no habla de ella, sólo escuché un día hablar a Nathan con su padre decir que ya no la quiere ver aquí, la siguiente cosa es que veo mucho a Nathan hablando por teléfono y muy preocupado, noto que ya no es feliz, sé que cuando está con nosotras finge, la mayoría de veces a las 7pm ha estado aqui en casa, no he visto a ese Nathan que solía salir todas las noches. Ahora sólo está ocupado en Lía, ha tomado muy en serio todo ésto.

Ahora estoy escribiendo un pequeño libro, de todo lo que ha estado pasando, quizás algún día que todo ésto se haya olvidado aquí leeré mi historia, estoy sentada justo en el sillón de color rosa mirando hacia afuera de la casa, se siente tan bien como entra brisa y vibras buenas. Mi bebé duerme como siempre en su cuna, bueno no siempre aveces está en mis brazos, otras veces en los brazos de su padre y pocas veces en los brazos de abuelo, sólo por las noches, el señor Michaell llega muy tarde y ciertas veces la encuentra despierta.

No me he olvidado de mi familia, no se que será de ellos sólo hablo de dos a tres veces a la semana y durante dos minutos, mi hermano sólo manda saludos con mamá, durante estos meses no he hablado con él. Me duele tanto, quisiera hablarles y comentarles de lo que ha ocurrido pero es imposible. Aveces necesito el apoyo de alguien con experiencia, si mi madre, pero no está.

Lía empieza a llorar, me levanto acercándome hacia a ella. Empiezo a mimarla, a ella le gusta eso, ya se que es muy pequeña pero la tranquiliza mucho.

—Buenas tardes mi amor, que hermosa que estás mi cielo. —La tomo en mis brazos y se tranquiliza. —Mi pequeña engreída tienes hambre ¿verdad amor? —Le sonrío y de inmediato le preparo su biberón.

Lía esta tomando su biberón, estar sentada en el sillón rosa con mi pequeña es una tranquilidad infinita, dentro de unos días ingresare a mi nuevo trabajo, me dieron la grata suerte de poder llevar a Lía conmigo, Nathan aún no sabe que iré a trabajar, me prohibirá o me matará, una de las dos pero lo hará, obviamente yo no dejaré que pase ya que tengo una responsabilidad y muy grande, no se como crecí tan rápido.

Lía se ha vuelto a dormir, empieza a oscurecer no he comido nada en todo el día por estar con Lía pero no puedo dejarla en ningún momento a mi pequeña Ponny, dejarla sola me ha dado temor, creo que ha sido porque he visto muchas películas y todas las noticias que dicen en el Internet, si eso ha de ser, por las consecuencias de el Internet.

—Romina. —Siento como me susurran al oído, es una voz muy varonil. —Despierta pequeña. —Me giro hacia el otro lado. —Buenas noches, ven levantate vamos a cenar aquí en la habitación, veo que no te has preparado nada, la cocina está tal y como la deje en la mañana.

Mi Pequeña Y Perfecta CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora