CAPÍTULO 33

89 15 10
                                    

No se que pasó, no se que hace Nathan con mi bebé, ésto está muy raro.

-Nathan tu... -Empiezo a tartamudear.-Tu que haces con Lía.

-¿Disculpa? -Dice en voz un poco disgustada. -Tú.. -Me señala. -¿qué haces con esas bolsas en la mano? ¿acaso no llevabas algo o a alguien más contigo?

-Yo... -Noto mi voz muy nerviosa.

-Tú ¿Qué? Deja de actuar como si no supieras nada. La niña se quedará en mi habitación ésta noche.

-Disculpa ¿Que acabas de decir?

-Lo que acabas de escuchar.

Mi corazón se me hace chiquito al escuchar que mi niña no dormirá ésta noche conmigo, pero fue un dolor inmenso al escuchar una voz, esa voz que era dulce, pero ahora no fue así, ahora fueron con impulsos muy altos, que con su mirada sentí que me sentí por debajo de él.

Subo a mi habitación corriendo y entró a la ducha.
Estoy muy dudosa, como es posible que haya pasado ésto, jamás dejaría a mi niña en una tienda, pero como es que no me fijé, tengo que ir hablar con la chica de la tienda, porque no se que significa todo ésto.

Salgo de la ducha, me acuesto en la cama y rompo en llanto al no tener en mis brazos a Lía, al no ver su carita sonriendo, al no tocarla, al no poderla mimar por ésta noche, al no poderla besar y decirle como todas las noches cuanto la amo y significa para mi. Se siente como un adulto quitándole un dulce a un pequeño, duele tanto, mañana no ire a clases, me quedaré en casa por la mañana y luego ire a la tienda.

NATHAN.
Hoy ha sido un día muy cansado pero grata suerte he salido temprano daré un par de vueltas antes de regresar a casa, quizás valla por un café donde Catalina.

Tome la desicion de ir a la cafetería, ahora estoy parqueando el auto, al frente de una tienda de ropas, bajo del auto me coloco los lentes de sol y camino hacia mi destino de ahora.

Hoy tomaré mi café con crema, es uno de mis favoritos, es un café que te llena de esperanzas cada vez que tienes un mal día.

Que estúpido soy se me acaba de quedar en el auto el dinero en efectivo, Catalina dice que soy muy exigente en pagarle con tarjetas, es por eso que iré a ver en efectivo.
Abro la puerta del carro miro hacia el alrededor de la cuadra y.... esperen acabo de ver el mismo coche que tiene Lía.
Camino hacia la tienda de ropas, por curiosidad. Estoy pensando en que si es Lía sin pensarlo dos veces me la llevo directo a casa.
Estoy muy enojado, siento mi rostro muy caliente, ojalá no sea ella.

Entro a la tienda y vaya sorpresa es ella. Sonrío sarcásticamente.

-Señorita soy el padre de la bebé, su madre está aquí.

-Claro señor, se encuentra probando ropas.

-No se preocupe, yo ando con ellas dos. Me la llevo al auto.

La joven me da a Lía, la subo al auto y la llevo a casa
Como es posible que Romina deje a Lía con una joven desconocida mientras ella está encerrada en los probadores. Ésta noche Lía dormirá con Penny su nana.

Entro a casa directo a la cocina le preparo su biberon y empieza a dormirse.
Romina está por llegar, ahora es cuando habrá escándalo por haberla perdido.

Escucho que abren la puerta, camino hacia la sala y es ella no me he equivocado, al parecer se siente libre porque no trae a Lía, sólo viene feliz con sus compras. Me enoja todo ésto, la verdad no se si esté exagerando.

-¿Cómo estás Romina? -Le pregunto muy serio.

-Hola Nathan yo muy bien gracias por preguntar y ¿tu?

Mi Pequeña Y Perfecta CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora