CAPÍTULO 18

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Que se cree ese idiota que soy su cualquiera para estarme gritando, esta loco este tipo definitivamente lo esta, estoy empezando a odiarlo. Quiero irme de aquí, irme a vivir sola sin éste tarado, no lo soporto.

Acabo de salir de la ducha, me acuesto a la cama y descanso un buen rato no he tenido un buen día. Insisto extraño cada momento junto a mi familia, me pregunto que estara haciendo en este momento Jer o mi mamá, mi papá, mis amigas y... todo el mundo, mejor dormiré descansare ésta amargura por un rato.

*****
Lo que se puede esperar de esta casa ser interrumpida a cada momento.
Escucho tocar la puerta levemente y me levanto para ir a ver quien es.
*Abrí la puerta.

-¿Que quieres? -Dije seca.

-Romina, yo... -Es Nathan y trae cara de perro arrepentido. -Quiero pedirte disculpas por lo que pasó hace un par de horas allí abajo. -Su rostro parecía estar arrepentido pero... esperen casi me como su cuento.

-Si, y que quieres que haga por ti.

-Que te cambies para que vengas a cenar.-Dijo serio, creo que las disculpan iban en serio o quizás no.

-Ya. -Lo dije aún más seca y cerré la puerta.

No le hice caso, y me deje dormir nuevamente no tenía ganas de verlo ni de estar cerca de él.

Al día siguiente me levanto muy rápido, me aseo el cuerpo, la cara y cepillo mis dientes. Bajo a la cocina sin hacer ruido, porque aquí hay caras que me odian y en este momento no quiero más odio en mi ya me pesa demasiado y se siente horrible. llego a la cocina y valla sorpresa, no veo a Nathan aprovechare y desayunare tranquilamente con mucha paz y armonía, bueno me sorprende que no esté aquí abajo.

Salí de la casa muy temprano, más temprano de lo normal pensando que hoy me iría sola. Saliendo de la mansión chocó con Arthur, y esta esperando en la entrada.
Brrggrr... -Hice un bufido y torci los ojos.

-Buen día Señorita Sanders. -Dijo Arthur asomando una sonrisa.

-Buen día Arthur. -Dije seca. -No hace falta que me abras la puerta, yo puedo sola.

-Es mi trabajo, por favor suba.

Subí a la camioneta sin decir más nada, llegamos rápido a la universidad.

-Adiós, Señorita.

-Adiós. -Dije retirandome.

Camine hasta llegar a la puerta, pero primero antes subí las escaleras grandes que están aquí, por cierto odio ser nueva, veo a la mayoría de personas que tienen amigos, y van bien acompañados.
Quisiera tener amigos como esos que mis ojos ven.
¡¡MIERDA!! Otra vez.

-Oh, lo siento no la vi venir. -Alze mi cabeza mientras recogía mi bolso, el cual se cayó apenas choque con un hermoso chico con ojos claros y sexi cuerpo.

-Ash. -Hice un bufido.

-Si sigue así, no va a tener un buen día. -Dijo el apuesto chico de ojos hermosos.

-Estoy así desde que vine a este país. -Dije más seca.

-Lo siento no pensé, que sea por cambio de país. Disculpa, soy Jake (Yeik) -Estiro su mano mientras sacaba una sonrisa tierna.

-Yo soy Romina. -Dije dandole la mano

-Usted iba... -Hizo una pausa.

-A clases. -Le respondí sonriendo.

-Hoy no hay clases para los que recién van a empezar.

-¿Como? Y eso.

-Ustedes tienen que ir a revisar sus notas a secretaría. -Y yo me pregunto, que tan importantes son esas notas.

Mi Pequeña Y Perfecta CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora