Iba en el bus mirando por la ventanilla, el cielo se tornaba de un color gris. Yo tenia puestos los auriculares para no escuchar el ruido de personas.
El viaje fue un poco estresante debido a que tomé varios autobuses para llegar. Aún no olvido lo que le pasó al de la universidad, a cada rato me llega ese recuerdo a la cabeza y me causa un poco de temor.
Después de varias horas de viaje, al fin llegué a San Juan. Tome un camino que para mi desgracia no transportaban vehículos de cobro, así que me tuve que continuar caminando a casa de mi abuela.
Me dolían los pies y la espalda por el mal camino lleno de piedras y el peso del bulto que yo cargaba. El cielo estaba nublado y estaba haciendo un viento que a mi entender era de una lluvia que se aproximaba. A simple vista vi la humilde casa de madera y techada de cin donde ella vivía.
-Jade hija mía__ salio la mujer que a mi entender estaba por los 60 años de edad. Tenia un pañuelo blanco en su cabeza y estaba vestida con una especie de bata, algo típico en ancianas de su edad.
Su cabello despeinado y canoso era la combinación para un arrugado rostro que pasó su vida luchando para criar a los que hoy son mis tíos y mi padre.
-Hija mía cuanto tiempo__ dijo dibujando una sonrisa en su arrugado rostro.
-Mama como ha estado. Bendición.
-Dios te bendiga hija. Yo eh estado bien gracias a Dios__ dijo abrazandome.
-Que bueno mama. Lamento no haber llamado antes para avisarle que yo venia a visitarla.
-No te preocupes hija. Oye pero cuanto has crecido Jade. Aww tienes los mismo ojos de tu abuelo José que en paz descanse__ suspiró la anciana mirando al cielo.
-No se ponga melancólica mama__ dije poniendo una mano en su rostro.
-Esta bien hija. Ven, ven pasa. Yo en un momento te preparare algo de comer, porque de seguro tienes mucha hambre ¿verdad?__ pregunto la mujer aún con aquella sonrisa que me ponia feliz.
Solo de verla tan llena de energia me nostalgia de aquellos dias cuando yo era niña y venia a visitarla.
***
-Amelia ¿y como vas en tus estudios de psicología?__ preguntó Raymond.
-Voy bien más o menos tu sabes como es__ respondió.
-Que bueno__ dijo con una sonrisa.
-Tienes suerte de que mi madre no sea fastidiosa. Hubiese sido otra y te saca a patadas de mi casa__ espetó soltando una risita.
-No que va. Tu sabes que soy un tipo sano.
-Si. Eso veo__ Asintió la morena.
Ambos se la pasaron hablando de diversos temas. Los dos estaban sentados en un mismo mueble y en un momento Raymond puso su mano sobre la de Amelia y ambos se miraron a los ojos por un momento.
Amelia sintió una rara sensación que la hizo bajar el rostro un poco apenada.
-Amelia ya que dijiste que Jade no está aquí ¿por que no salimos?
-Si pero no fue a mudarse que ella fue. Solo fue por un par de dias.
-De eso hablo. Para que no te sientas aburrida puedes salir conmigo.
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Asesinatos en el Km 5
HororADVERTENCIA: no soy responsable de traumas causados por la historia, tendrá contenido fuerte y espero que nadie salga afectado al momento de leerla. Republica Dominicana, provincia La Vega. un grupo de chicos deciden tener un viaje que les hará dese...